Testamento del Papa Francisco: funeral austero y sepultura en Santa María la Mayor

El Papa Francisco falleció este lunes a los 88 años. Tras doce años de pontificado, el Vaticano publicó su testamento, redactado en 2022, con instrucciones claras sobre su funeral y sepultura.

En el documento difundido por Vatican News, se da cuenta de que el Pontífice pidió ser enterrado en la Basílica Papal de Santa María la Mayor. De acuerdo a lo que él mismo expresó: “A lo largo de mi vida, y durante mi ministerio como sacerdote y obispo, siempre me he encomendado a la Madre de Nuestro Señor, la Santísima Virgen María. Por ello, pido que mis restos mortales descansen, en espera del día de la Resurrección, en la Basílica Papal de Santa María la Mayor”.

También detalló cómo deseaba que fuera su tumba: “La tumba debe estar en el suelo, sencilla, sin ornamentación particular, y llevar sólo la inscripción: Franciscus”. Añadió que los gastos serán cubiertos por un benefactor, cuya donación será gestionada por el cardenal Rolandas Makrickas.

Funeral y homenajes

El miércoles 23 de abril, en la mañana, el cuerpo será llevado a la Basílica de San Pedro para su exposición pública. Ese mismo día comenzará la procesión fúnebre, que recorrerá lugares significativos del Vaticano hasta ingresar al templo.

El funeral se realizará el sábado 26 de abril a las 10:00 horas en la Plaza de San Pedro. El cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, oficiará la ceremonia. Se espera la asistencia de líderes internacionales y de al menos medio millón de fieles.

Durante el velorio, el cuerpo permanecerá en un ataúd de madera con interior de zinc. No se usará catafalco ni se colocará el báculo papal. Este protocolo responde a los cambios introducidos por el propio Francisco en noviembre pasado, cuando modificó las normas funerarias para los pontífices.

Último deseo

Finalizada la misa del sábado, el féretro será trasladado a su lugar definitivo. En su testamento, Francisco escribió: “Solicito que mi sepulcro sea preparado en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal”.

También compartió el sentido personal de esta elección: “Deseo que mi último viaje terreno concluya precisamente en este antiguo santuario mariano, donde siempre me detenía a orar…”.

En sus últimas palabras, el Papa expresó gratitud y esperanza: “Que el Señor conceda una recompensa digna a todos los que me han amado y siguen rezando por mí. El sufrimiento que ha marcado el final de mi vida lo ofrezco al Señor por la paz en el mundo y la fraternidad entre los pueblos”.