Andy Gibb, el hijo pródigo

Salvo por un estrellato circunstancial y un apellido que arrastraba como un karma, el artista pasó su corta vida entrando y saliendo de relaciones tóxicas y de centros de rehabilitación, antes de morir prematuramente a los 30 años.
Síguenos en nuestro canal de Whatsapp:
Whatspp