Juan y Clara: Un amor así
Cuando en 1941 el emperador japonés le declara la guerra a Estados Unidos y bombardean Pearl Harbour, Juan Rulfo, el escritor mexicano, tiene 24 años y conoce y queda prendado de Clara Aparicio, la muchachita de 13.
Cuando en 1941 el emperador japonés le declara la guerra a Estados Unidos y bombardean Pearl Harbour, Juan Rulfo, el escritor mexicano, tiene 24 años y conoce y queda prendado de Clara Aparicio, la muchachita de 13.
Preciosa ella, horrendo él. Brillantes ambos. La bella y la bestia en versión superdotada. Jean Paul Satre y Simone de Beavouir se conocieron en la Sorbone, cuando ella entró a estudiar filosofía y conoció al alumno descollante tres años mayor.
Se enamoraron profundamente, sentían que eran almas gemelas, que se complementaban, también, que mejor sería que cada uno terminara con sus respectivos matrimonios. Ella logró desplazar el ego del cantante al nivel de que cuando anuncia el nacimiento de su hijo Rolan en 1975 dice que es lo más increíble que le ha pasado en la vida.
Excéntrico, de dichos y fachas incendiarias, Oscar Wilde fue el autor de cuentos, novelas obras de teatro que transformaron la literatura y la filosofía de vida tras los artistas que hacían de su existencia una obra en sí misma, el arte por el arte.
Cuando se conocieron ambos estaban en la cima de sus carreras. Ella era una estrella famosa y adorada por sus seguidores y él, un célebre director de cine italiano
La odió un pueblo entero, un pueblo que no era el suyo, y el rey, que tampoco era el suyo, dejó el trono para quererla sin reparos.
La de ellos fue una historia donde se confundieron el talento con el amor y la locura con el arte.
Símbolos de la defensa de los derechos civiles y del no a la guerra ambos. Ambos cantantes y compositores agitadores de conciencia en los 60’.
Un catalán excéntrico y una rusa espléndida. El amor entre Salvador Dalí y Gala, y su vida juntos, es uno de los más explosivos, intensos y extravagantes de los que la historia tiene registro.
“La fealdad tiene algo superior a la belleza: dura más”, decía Serge Gainsbourg, el galán menos agraciado que nos ha dado Francia. Algunas supieron verlo, otras realmente creyeron en esa declaración y lo quisieron largamente.