Duna
/Sonidos de tu Mundo
1968- 9 años antes, era primavera en Venecia cuando se conocen el magnate, Aristóteles Onassis, y la divina, María Callas. Un amor apasionado y tortuoso como de tragedia griega y ese año 68 es el final definitivo. En enero, desconociendo lo que venía o no queriendo verlo, María le escribe. Un espacio de Bárbara Espejo.
Empresario dueño del petróleo, navieras y aerolíneas, también fue dueño del corazón de muchas mujeres. Sin embargo, nunca se pudo reponer de la muerte de su hijo en un accidente aéreo y murió tres años después de una neumonía.
Dueño del yate más grande y lujoso del planeta, de un rascacielos y de una aerolínea griega -entre muchas otras cosas- su vida parecía una novela de reyes, pero terminaría como una tragedia griega.
Comenzó a importar tabaco turco y a sus 25 años ya era multimillonario.
Perdió a su mamá a los 6 años y salvó a su familia de los campos de concentración.
Habían pasado cinco años desde la muerte de John Kennedy, poco desde el asesinato de su hermano, Bobby, cuando Jackie anunció que se casaba, no sólo que se casaba, sino que su nuevo marido no sería estadounidense. Era griego, armador y rico.
Al marido de Tina Livanos le gustó el carácter resuelto de La Divina y también cómo se esforzaba por conseguir una elegancia aprendida. Decidió conquistarla, ella se dejó querer y con justa razón.
“Necesito tu amor y tu respeto para siempre. Soy demasiado orgullosa para reconocerlo pero que sepas que eres mi respiro, mi mente, el orgullo y la ternura”, escribió la soprano al magnate que más tarde la reemplazaría por nada menos que Jackie Kennedy.
