Graham Greene IV: El ocaso del amor
Se transformó en católico pero su mayor dificultad fue creer en Dios.
Se transformó en católico pero su mayor dificultad fue creer en Dios.
Encontraba que las películas que fueron basadas en sus libros eran espantosas.
La permanente inquietud que buscaba Greene para su vida no la consiguió solo a través de las historias que escribió.
Según medios trasandinos, el escritor de 75 años falleció a las 16:30 horas en la ciudad de Buenos Aires.
Él era generoso con todo, también con sus mujeres.
Luego de 10 días en coma, la insuficiencia hepática le costó la vida el 15 de julio de 2003.
En la única libertad que creía era en la individual y consideraba a la política un nido de serpientes.
Insistía en que robaran sus libros, sabía que en Chile costaban un dineral.
Escribía en una habitación ciega, sin más adorno que recortes de diario que le servían como punto de partida.
Hizo la cimarra sin parar, hasta que lo hizo oficial, dejó el colegio.