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¿Cuál es el origen de la tartamudez?

Más de 70 millones de personas en el mundo tienen dificultades en el habla. El 80% de los niños que tartamudean al crecer lo superan, mientras que el 20% continúa hasta la edad adulta.

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27 Enero, 2021

Según un artículo publicado en BBC más de 70 millones de personas en el mundo tartamudean. Es decir, tienen dificultades para comenzar y sincronizar el habla, lo que resulta en pausas y repeticiones. Esta cifra incluye aproximadamente 5% de niños, muchos de los cuales superan esta condición, y 1% de adultos.

Joe Biden, el actor James Earl y la actriz Emily Blunt, son algunos de los que superaron la tartamudez, una condición puede contribuir a la ansiedad social, y hacer que las personas sean ridiculizadas y discriminadas.

Pero, ¿cuál es el origen?

Antes los especialistas creían que la causa del tartamudeo era un defecto en la lengua y la laringe, ansiedad, trauma o incluso una mala crianza, y algunos todavía lo hacen. Sin embargo, en la actualidad se cree que proviene del cerebro.

Scott Yaruss, patólogo del habla y el lenguaje de la Universidad Estatal de Michigan, en EE.UU., afirmó para BBC que los primeros datos que respaldan que los problemas neurológicos podrían ser la causa de la tartamudez llegaron en 1991, cuando los investigadores encontraron flujo sanguíneo alterado en el cerebro de las personas que tartamudeaban.

Aún se desconoce el origen exacto, neurocientíficos aseguran que se observaron pequeñas diferencias en el cerebro de personas que tartamudean, pero no pueden estar seguros de si esas son la causa o el resultado de la afección.

Retrasos en la conexión

Soo-Eun Chang, experta del habla y el lenguaje, y neurocientífica de la Universidad de Michigan, comentó que el problema se encuentra en diferentes partes del cerebro.

Por ejemplo, en el hemisferio izquierdo del cerebro, las personas que tartamudean parecen tener a menudo conexiones un poco más débiles entre las áreas responsables de la audición y los movimientos que generan el habla.

Chang también ha observado diferencias estructurales en el cuerpo calloso, el gran haz de fibras nerviosas que une los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro.

Según estos hallazgos los leves retrasos en la comunicación entre partes del cerebro pueden ser causa de la tartamudez. El habla, señaló Chang, sería particularmente susceptible a tales retrasos, porque debe coordinarse a gran velocidad.

Red de modo predeterminado

El 80% de los niños que tartamudean, al crecer tienen patrones de habla normales, mientras que el porcentaje sobrante continúa hasta la edad adulta. Generalmente esto comienza alrededor de los 2 años.

Chang estudia a los niños hasta por cuatro años, comenzando lo antes posible, buscando patrones cambiantes en los escáneres cerebrales. Una de las cosas que observó fue el fortalecimiento entre las conexiones de la audición y los movimientos del hablan, en los niños que pierden la tartamudez.

En otro estudio, el equipo de neurocientífica halló un vínculo entre la tartamudez y un circuito cerebral llamado red de modo predeterminado, que está involucrado en la reflexión sobre las actividades pasadas o futuras, así como en los sueños que uno tiene despierto.

En los niños que tartamudean, la red de modo predeterminado parece insertarse, lo que podría ralentizar la producción del habla, señaló Chang. Estos cambios en el desarrollo o la estructura del cerebro pueden tener su origen en los genes de una persona, pero también en la maduración del cerebro.

¿Se hereda?

A principios de 2001, el genetista Dennis Drayna recibió un correo electrónico que decía: “Soy de Camerún, África Occidental. Mi padre era jefe. Él tenía tres esposas y yo tengo 21 hermanos y medio hermanos. Casi todos tartamudeamos”, recordó.

Drayna, viajó a Pakistán, en donde los matrimonios mixtos de primos pueden revelar variantes genéticas vinculadas a trastornos genéticos en los hijos resultantes. Incluso con esas familias, encontrar los genes fue un proceso lento.

Finalmente, el equipo de Drayna identificó mutaciones en cuatro genes (GNPTAB, GNPTG y NAGPA de los estudios de Pakistán, y AP4E1 del clan en Camerún) que, según él, pueden ser la base de uno de cada cinco casos de tartamudeo. Ninguno de los genes que identificó Drayna tiene una conexión obvia con el habla.

¿Tiene relación la dopamina?

Maguire, psiquiatra de la Universidad de California ha abordado la tartamudez investigando el papel de la dopamina, que puede aumentar o disminuir la actividad de las neuronas, dependiendo dónde estén y los receptores nerviosos a los que se adhiere.

Otros investigadores reportaron en 2009 que las personas con una determinada versión de uno de los cinco genes de la dopamina (D2) tienen más probabilidades de tartamudear.

Entonces, Maguire se preguntó: ¿podría ser la respuesta el bloquear la dopamina? Muchos antipsicóticos, hacen exactamente eso. El resultado: “El tartamudeo no desaparece por completo, pero se puede tratar“, dice Maguire.

Ninguno de estos medicamentos están aprobados para tratar la tartamudez por la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU., y pueden tener efectos colaterales desagradables, como aumento de peso, rigidez muscular, y dificultades en el movimiento.

En un pequeño estudio de 10 voluntarios adultos, Maguire, Yaruss y otros colegas encontraron que la gente que tomó ecopipam, tartamudeaba menos que antes del tratamiento. La puntuación respecto a calidad de vida, relacionada con sentimientos como la impotencia o la aceptación de su tartamudeo, también mejoraron para algunos.

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