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Microsoft probó semana laboral de 4 días y aumentó su productividad en un 40%

El gigante informático llevó a cabo el programa “Work Life Choice Challenge” en Japón durante un mes, dando un día más de descanso a sus trabajadores cada semana. La productividad aumentó de forma considerable y la empresa ahorró recursos. ¿Funcionaría algo así en Chile?

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5 Noviembre, 2019

Microsoft, la compañía detrás de Windows y Office, durante agosto de este año aplicó en Japón un programa llamado “Work Life Choice Challenge”, que consistió en cerrar sus oficinas todos los viernes del mes para dar a sus empleados un día libre adicional cada semana.

Además de bajar drásticamente las horas laborales, los gerentes invitaron al personal a reducir el tiempo que pasaban en reuniones y respondiendo correos electrónicos. Sugirieron que las reuniones no durasen más de 30 minutos y alentaron a los empleados a reducir por completo conversaciones laborales a través de la aplicación de mensajería de la empresa.

Tal como se ha planteado en otros experimentos de este tipo, los resultados fueron positivos. Si bien el tiempo dedicado a trabajar bajó considerablemente, la productividad, medida por las ventas por empleado (2.280 funcionarios), aumentó casi un 40% en comparación con el mismo período del año anterior, aseguró la compañía.

Al mismo tiempo, el consumo de electricidad de la compañía se redujo un 23,3% y el de papel impreso un 58,7%. 

Este experimento se enmarca en un momento en el que el gobierno japonés intenta promover modos de trabajo más flexibles, como el teletrabajo, el trabajo a tiempo parcial y horarios de oficina cambiantes para evitar la hora punta en los transportes y altas cifras de enfermedades como la depresión. Algo parecido a lo que sucede en Chile, donde sectores políticos oficialistas y opositores debaten la reducción de horas de trabajo semanales y la flexibilidad en modalidades de trabajo.

En un artículo publicado en Ciper Chile, el académico Aldo Madariaga concluye que “existe una estrecha relación entre menores horas trabajadas y mayor productividad”. “En el caso de los países nórdicos, que conjugan los niveles más altos de productividad a nivel mundial, con el menor número de horas trabajadas –además de prestaciones sociales universales y generosas, y los menores niveles de desigualdad en el mundo–, el análisis histórico revela que fueron las prestaciones sociales y los beneficios laborales, los que antecedieron históricamente las mejoras en productividad y no al revés”. 

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