Los peligros reales de la falla de San Ramón: Hay construcciones en más del 55% de su extensión
Actualmente, no hay ninguna regulación para construir sobre esta ni otras fallas geológicas activas en el país.
La falla de San Ramón “representa una amenaza para la Región Metropolitana”, se trata de una falla geológica inversa y activa, situada en la sierra de Ramón, 10-12 kilómetros bajo la superficie terrestre, en pleno sector sur oriente de Santiago.
Gabriel Easton, geólogo y académico de la Universidad de Chile explicó en La Tercera que un terremoto generaría grandes movimientos del suelo en sus inmediaciones, “que superarían lo estipulado por la Norma Sísmica para Santiago, y la potencial ocurrencia de remociones en masa en el frente cordillerano y cerros de la región”.
Según estudios de las últimas dos décadas, esta falla es capaz de generar terremotos de gran magnitud 7,2 – 7,5, que además preocupa por la gran cantidad de edificaciones que hay en su superficie, las que incluyen residencias e incluso hospitales.
“Un 55% de la falla ésta urbanizada, por lo que se hace muy necesario evitar que en el 45% restante se siga edificando y densificando, y esto debe hacerse desde un punto de vista normativo”, y esto debe hacerse desde un punto de vista normativo”, agregó Pablo Salucci, geógrafo de la Universidad Católica y académico de la U. San Sebastián.
Actualmente, no hay ninguna regulación para construir sobre esta ni otras fallas geológicas activas en el país, y por lo tanto existe un vacío normativo que garantice la seguridad de las personas.
Easton presentó junto a un grupo de expertos un borrador en el Congreso para que desde la política pública se normen las edificaciones en el entorno de esta falla, y de cualquiera que exista en el país. El cual contiene siete puntos:
1. Definir a la Falla San Ramón como una falla activa.
2. Restringir la fundación de cualquier infraestructura en una franja de 300 m de ancho a lo largo de su traza, con posibilidad de realizar estudios para precisar la ubicación de esta franja en la superficie del terreno.
3. Modificar la norma sísmica de diseño para incorporar las fallas activas.
4. Realizar estudios de peligro por remociones en masa, en zonas susceptibles, ante la potencial activación de la Falla San Ramón e incorporar estas áreas en los instrumentos de planificación regionales y comunales.
5. Asegurar la disponibilidad de información precisa y pertinente a la ciudadanía respecto de la ubicación, amenaza y riesgo sísmico de la Falla San Ramón.
6. Definir la franja de restricción de la traza de la Falla San Ramón (300 m), como una zona de protección ambiental y conservación natural a lo largo del piedemonte cordillerano.
7. Definir una gobernanza para el diseño, implementación, monitoreo y evaluación de una planificación urbana sostenible, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y la política nacional y global en materia de Reducción del Riesgo de Desastres.
El gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, la seremi de Vivienda y Urbanismo de la Región Metropolitana y el Ministerio de Vivienda, saben de su peligrosidad, y por ello, buscan modificar el Plan Regulador Metropolitano de Santiago. Pretenden financiar estudios técnicos, con expertos del mundo académico, científicos, municipal y parlamentario.
Un potencial sismo pondría en peligro a más de la mitad de los habitantes de Puente Alto, además de Las Condes, Peñalolén y La Florida. “La devastación podría ser mayor a la conocida el 27 de febrero de 2010 y ésta es evidentemente una señal que debe ponernos a todos en alerta”, dice Orrego.