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Posible variante climática extrema alerta a nuestro país

Fue en el año 2018 cuando este fenómeno estuvo presente en nuestro territorio, y si llegara nuevamente, podría causar graves estragos meteorológicos.

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11 Marzo, 2024

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El denominado fenómeno de La Niña Costera pone en alerta a las autoridades por una posible llegada a Chile. Este evento climatológico consiste en un enfriamiento anómalo del Pacífico oriental ecuatorial, cercano a la costa sudamericana. Tiene ciertas relaciones con el fenómeno de La Niña, que se desarrolla en el Pacífico central y ha provocado consecuencias a nivel global.

En cuanto a su magnitud, podría superar los efectos provocados por La Niña Global, aunque a un nivel local, como lo ocurrido con La Niña Costera en 2018, que fue más fuerte en comparación con La Niña Global entre 2017 y 2018.

En una conversación con La Tercera, el climatólogo de la Universidad de Santiago, Raúl Cordero, señaló que La Niña Costera se forma en la zona del Pacífico frente a las costas de Perú y Ecuador cuando “presenta valores típicos bajos. Técnicamente, esta zona es un cuadrado de 1000 km de lado, y se conoce como zona 1+2″.

De acuerdo al especialista, es durante el invierno cuando su presencia se hace más fuerte en nuestro país. “En el verano es un poco diferente y ahí influye más La Niña costera. Pero en el invierno, que es lo que viene, es más influyente en Chile central, El Niño o La Niña global”.

Además, añade que “El Niño se configura cuando el Pacífico tropical presenta temperaturas sobre valores típicos, mientras que La Niña cuando la misma zona presenta valores bajos típicos. En este momento nos encontramos en una fase de transición en la que El Niño está remitiendo y se pronostica un evento de La Niña para la segunda mitad de este año”. 

Antecedentes de este fenómeno en Chile 

El fenómeno de El Niño comienza a diluirse de a poco, debido a que se encuentra en su etapa final de debilitamiento, dando paso a llegada de La Niña que se ya comienza a asomarse lentamente. 

El fenómeno de El Niño comienza a disiparse lentamente, ya que se encuentra en su etapa final de debilitamiento, dando paso a la llegada de La Niña, que ya comienza a asomarse. “La Noaa estima que hay un 55% de probabilidades de que en la segunda mitad del año se desarrolle La Niña, fenómeno que tiende a moderar las temperaturas. Este período del año debería ser menos caluroso que el primero”, comentó Cordero a dicho medio.

Hay que remontarse al año 1924 para tener registros de un evento de características similares al que podría producir La Niña. En aquel entonces, nuestro país atravesó por una desconocida y durísima sequía que tuvo un impacto tanto en Santiago como en la zona central. Este fenómeno climático también se extendió desde la Región de Valparaíso hasta Ñuble.

Se ha tendido a asociar las sequías con el fenómeno de La Niña, aunque cabe destacar que no existen registros fiables antes de 1924 de este evento meteorológico, y solo existen relatos.

“Los registros instrumentales de la Dirección Meteorológica de Chile indican que las sequías más extremas del ultimo siglo fueron en 1924, 1968, 1998 y 2019, las que coincidieron con eventos de La Niña (en la zona 1+2 en el caso de 2019). Esto muestra la enorme importancia de La Niña para las precipitaciones en la zonas central del país”, reveló Cordero. 

Impacto en los próximos meses 

Una vez que el fenómeno de La Niña entre en nuestro país, podría causar eventos consecutivos: “Si se desarrolla en los próximos meses, probablemente marque el verano de 2025. La Niña en el verano se asocia a temperaturas moderadas, lo que significa que el próximo verano podría ser menos extremo en términos de temperatura, a diferencia del que estamos terminando”, sostuvo el climatólogo.

El año 2023 quedará marcado por ser el año que cortó la racha de 14 años consecutivos de sequía en Chile, situación en la que también benefició el fenómeno de El Niño en el Pacífico.

En cuanto a si habrá o no sequía este año, según Cordero, dependerá de qué tan rápido se desarrolle La Niña en la zona. “Aunque Chile es un país mucho más rico y desarrollado hoy que en 1924, no es invulnerable a los estragos asociados a una sequía. La persistente sequía en la zona central ha devastado comunidades rurales de Chile central y afectado el precio de los alimentos en las grandes ciudades, por ejemplo”, explicó. 

El meteorólogo de la Fundación Huinay PUCV-Enel, Miguel Fernández, sostuvo a La Tercera que “recientemente El Niño ha comenzado a disminuir de intensidad. Se espera que a mediados del otoño ya se encuentre en una etapa de neutralidad, y entre la mitad y fin del invierno se convertiría en un periodo frío del fenómeno de La Niña”.

En conclusión, para el meteorólogo, se espera que este invierno   “podamos observar eventos de lluvias asociados al paso de sistemas frontales que podrían superar incluso los niveles de normalidad anuales que rodean los 365 milímetros en promedio, de los cuales los meses de mayo, junio, julio y agosto son los responsables de aportar la mayor cantidad”, puntualizó Fernández.

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