Nueva canasta de precios y dos mediciones a las viviendas: Los principales cambios que trae la Casen

Alimentos más saludables, un nuevo enfoque para medir la situación habitacional y una canasta de precios más realista, serán algunos de los cambios clave que se incorporarán en la próxima Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2024.

Aunque en un inicio el Ejecutivo había señalado que los cambios metodológicos serían aplicados en la Casen 2026, finalmente decidió adelantar su implementación a la encuesta del 2024. Con esto, se espera que la Comisión Asesora para la Medición de la Pobreza entregue sus recomendaciones este mes.

Liderada por el economista Osvaldo Larrañaga y  compuesta por diez expertos y expertas en pobreza, estratificación social y políticas públicas, la comisión tuvo como misión principal revisar la actual metodología con que se mide la pobreza por ingresos en Chile, abordando aspectos clave como la construcción de las canastas básicas, el tratamiento del alquiler imputado y los criterios de actualización de la línea de pobreza.

También se les encomendó proponer ajustes en la medición multidimensional y revisar dimensiones como educación y vivienda.

Junto a Larrañaga, la comisión cuenta con la participación de Alejandra Abufhele, Emmanuelle Barozet, Gonzalo Durán, Sylvia Eyzaguirre, Paulina Henoch, Andrés Hernando, Juan Cristóbal Romero, Amanda Telias y Rodrigo Yáñez

¿Cuáles serán las principales modificaciones?

1.  Distinción entre quien es propietario de una vivienda y quien es arrendatario

Uno de los cambios más significativos será la modificación el concepto del alquiler imputado. Actualmente, este concepto se utiliza para estimar un ingreso equivalente para los hogares que son propietarios de su vivienda, basándose en el valor del arriendo en su entorno. Este ingreso ficticio se suma al ingreso total del hogar, lo que ha generado distorsiones en la medición de la pobreza, especialmente porque buena parte de los hogares más vulnerables en Chile acceden a vivienda propia mediante políticas habitacionales.

“Dada la masividad de la política habitacional en Chile, gran parte de la población de menos recursos es propietaria de su vivienda y, por ende, incorpora el alquiler imputado a sus ingresos totales, lo que puede distorsionar la medición de pobreza”, dio a conocer el estudio de Libertad y Desarrollo (LyD).

Para corregir esta subestimación, la nueva metodología incluirá dos mediciones distintas: una para hogares arrendatarios y otra para propietarios. Así se busca reflejar con mayor precisión el bienestar real de los hogares.

2. Una canasta de alimentos más saludable

Hasta ahora, la Casen consideraba una canasta de alimentos basada en los patrones de consumo de los sectores más pobres y en el cumplimiento de las 2.000 calorías diarias mínimas por persona, lo que muchas veces se lograba con productos ultra procesados y de bajo valor nutricional.

La nueva propuesta incorporará una canasta básica más saludable, con mayor presencia de frutas, verduras, legumbres y granos, priorizando no solo el contenido calórico sino también el aporte proteico y nutricional. .

3. Precios observados y no solo los más bajos

Otro ajuste importante será la forma en que se construye la canasta en términos de precios. Hasta ahora, el cálculo se hacía considerando el 20% de los productos de menor precio, bajo la lógica de que las personas de menores ingresos buscan siempre las opciones más baratas.

No obstante, los expertos han señalado que ese supuesto es poco realista. Desde ahora, la medición se basará en precios observados reales, lo que permitirá una estimación más representativa del costo de vida que enfrentan los hogares vulnerables.

Nuevas mediciones y alza en la pobreza

Los cambios también afectarán la medición multidimensional de la pobreza, especialmente en ámbitos como educación y vivienda, haciendo más exigente la metodología.

En este contexto, se espera que la tasa de pobreza aumente tanto en su dimensión por ingresos como en la multidimensional. Así lo anticipan los expertos, quienes explican que una metodología más exigente implica también umbrales más altos para considerar que una persona ha superado la situación de pobreza.

En la última Casen, realizada en 2022, la pobreza por ingresos alcanzó su menor nivel histórico, cifra que llegó a un 6,5%, bajando desde el 10,7% de 2020. También la pobreza multidimensional se redujo, de 20,3% en 2017 a 16,9% en 2022.

Sin embargo, las nuevas cifras, podrían revertir esa tendencia, no necesariamente por un empeoramiento de las condiciones de vida, sino por una medición más precisa y exigente.