Este lunes el Observatorio Vera C. Rubin, ubicado en el Cerro Pachón, Región de Coquimbo, reveló sus primeras imágenes del universo, las cuales fueron tomadas con la cámara digital más grande del mundo, que se encargará de mapear gran parte del cielo durante los próximos diez años.
Con 10 horas de exposición, estas imágenes han permitido obtener una gran cantidad de detalles. Por ejemplo, se identificó a más de 2.100 asteroides desconocidos, incluyendo siete cercanos a la Tierra, y se revelaron fenómenos cósmicos a una escala sin precedentes.
Una de las fotografías más impactantes combina 678 exposiciones en tan solo siete horas, mostrando las nebulosas Trífida y de la Laguna. “Estas nebulosas son conocidas como guarderías estelares, ya que es ahí donde nacen las estrellas”, explicó a Radio Duna Matías Rodríguez, astrónomo chileno de NSF’s NOIRLab y parte del equipo que participó en la creación de estas primeras imágenes.
“La otra fotografía muestra millones de galaxias en el cúmulo de Virgo, muchas de las cuales están ligadas gravitacionalmente, provocando incluso algunos choques entre ellas“, agregó.
Un gran avance en astronomía
Con un espejo de 8,4 metros y una cámara del tamaño de un automóvil compacto, el Observatorio Rubin NSF-DOE no solo captura imágenes, sino que también proyecta una década de exploración continua que mapeará gran parte del cielo nocturno con una precisión sin precedentes.
Según datos del propio observatorio, la cantidad de información que generará en su primer año superará a la de todos los observatorios ópticos del mundo combinados. Esta “tormenta de datos” permitirá estudiar fenómenos tan esquivos como la energía y la materia oscura, que componen más del 97% del universo conocido.
“Gracias al monitoreo constante del cielo, podremos ver cambios en el firmamento, como explosiones de supernova. Eso nos permitirá entender mejor los misterios del universo”, detalla Matías Rodríguez.
Además, este seguimiento continuo facilitará el descubrimiento de nuevos asteroides, cometas y objetos cercanos al sistema solar, ya que sus trayectorias quedarán registradas en las imágenes.
“Yo pude aportar mi granito de arena ayudando a quitar artefactos dentro de las imágenes, producidos por la reducción de datos científicos y por la instrumentación misma. Se necesitan hartas manos para lograr un resultado como este porque estamos hablando de una cantidad de datos sin precedentes”, señaló Rodríguez.
Ciencia con sello chileno
Por su parte, la Vicepresidenta de AURA en Chile, Alejandra Voigt, enfatizó en la importancia del Observatorio Vera C. Rubin: “Hoy día, la capacidad de panear el cielo se lograba cada 3 o 4 años, y Rubin lo va a hacer en 3 o 4 noches”.
“Somos y vamos a seguir siendo la capital mundial de la astronomía profesional. Nos pidieron a nosotros, AURA. Decidieron hacerlo acá por la cualidad del cielo”, concluyó.
