EN VIVO

/

Duna

/

Sonidos de tu Mundo

DUNA TV
PODCAST
Aire Fresco
19 Abril

Donald Trump finaliza su visita a Asia sin denunciar las violaciones de derechos humanos en la región

Por el contrario, el presidente de Estados Unidos afinó su relación con el mandatario filipino Rodrigo Duterte quien es criticado internacionalmente por su guerra contra la droga que ha dejado un saldo de 3000 muertos.

Por:

14 Noviembre, 2017

12 días, cinco naciones asiáticas, cero referencia a las violaciones de derechos humanos. Donald Trump finalizó este lunes su primera gira presidencial en esta región sin mencionar la campaña militar contra los musulmanes rohingyas en Birmania (Myanmar) que Naciones Unidas calificó como un claro ejemplo de limpieza étnica.

Tampoco hizo referencia a la guerra contra las drogas en Filipinas, liderada por el presidente Rodrigo Duterte que ha cobrado la vida de más de 3.000 narcotraficantes y adictos en tiroteos con la policía, según fuentes oficiales. Organizaciones de derechos humanos elevan esta cifra a 12.000 fallecidos y acusan ejecuciones extrajudiciales.

“No estamos aquí para dar cátedra, (sino) para ofrecer una unión”, había dicho Trump en mayo frente a líderes de oriente medio.

Durante su gira Trump alabó a los mandatarios y enfocó el encuentro en el comercio, el terrorismo y el programa nuclear de Corea del Norte. 

“Tengo la sensación de que no se va a referir a los derechos humanos, principalmente porque está intentando construir una relación con Duterte (…) este viaje de 10 días tiene por objetivo construir alianzas en respuesta a Corea del Norte”, predijo James Zarsadias, director del Yuchengco Philippine Studies Program de la Universidad de San Francisco, sobre la gira de Trump.

Desde la Casa Blanca la secretaria de prensa, Sarah Huckabee Sanders, informó que los temas de derechos humanos sobre la guerra contra las drogas en Filipinas fueron discutidos “brevemente” en reuniones privadas.

Sin embargo, desde Manila corrigieron que ese tópico “no fue discutido”.

Durante una conferencia de prensa Donald Trump aseguró tener una “gran relación” con su par filipino y que el encuentro fue “muy exitoso”.

Al ser presionado por los periodistas a hablar sobre las violaciones de los derechos humanos en el país, Duterte interrumpió: “Woah, woah. Esto no es un comunicado de prensa, es una reunión bilateral”.   

El extraño “bromance” entre Trump y Duterte pareciera haberse consolidado en este primer encuentro cara a cara en la cumbre de la ASEAN. Sin embargo, el presidente estadounidense ya había mostrado afinidad con las políticas de su par filipino. Meses atrás lo llamó desde Washington para felicitarlo por su “increíble” éxito en la lucha contra el narcotráfico. 

“Muchos países tienen ese problema, yo tengo ese problema, pero tú estás haciendo un gran trabajo”, dijo a Duterte.

Las similitudes entre ambos mandatarios saltan a la vista. Son mediáticos, populistas e irreverentes con los formalismos. Le deben su éxito a la explotación de los miedos de su pueblo: las drogas en Filipinas, la migración en Estados Unidos.

Ambos se autoerigen en la voz de la calle con discursos categóricos y rupturistas, desprestigian los medios de comunicación y tienen cero tolerancia a las críticas.

Corea del Norte

Este fue el único país al que Trump criticó por las violaciones a los derechos humanos. En su discurso en el Parlamento de Corea del Sur, el mandatario estadounidense calificó la nación de Kim Jong-Un como “un infierno que nadie merece” y agregó que Pyonyang ha perpetrado abusos contra su población, entre ellos asesinar a infantes y acarrear sus cuerpos en cubos.

En Tokyo, Trump se reunió con las familias japonesas que fueron secuestradas por Corea del Norte hace cuatro décadas.

“Trabajaremos juntos para ver si hay algo si hay algo que podamos hacer ahora que el foco está encendido (…) esto es algo muy, muy triste”, dijo el mandatario sobre las víctimas de los secuestros.

 

 

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

ENTREVISTAS, NOTICIAS Y PODCAST