1923 – En uno de los grandes salones de la ciudad, un joven escritor ruso exiliado de su patria se desvanece de encanto ante una chica que lo reconoce y le recita uno de sus poemas. Vladimir Nabokov se enamoró de Vera Slonim ese mismo día y para siempre. A poco de conocerla le escribe… Un espacio de Bárbara Espejo.