Publicación del primer libro Guinness de los récords

Era 1951, en Irlanda, cuando Sir Hugh Beaver, director de la cervecería Guinness, salió de caza con unos amigos. Entre disparos fallidos y el silencio de los pantanos, una pregunta los detuvo: ¿cuál era el ave europea más rápida, el chorlito dorado o el lagópodo escocés? Nadie lo sabía. Ningún libro lo aclaraba. Y en esa duda, Beaver imaginó lo impensado: ¿y si existiera un libro que pudiera resolver esas disputas y registrar los límites del ser humano y del mundo?