Duna
/Sonidos de tu Mundo
1967- David Bowie recibe una carta que venía del otro lado del Atlántico, era de Sandra, una jovencita estadounidense que se postulaba para abrir el primer fan club del artista inglés en Estados Unidos. Bowie no resistió la emoción de su primera carta, dejó lo que estaba haciendo para responder.
1964. Se fundan bandas como Los Byrds, The Kinks, The Who y la Velvet Underground apadrinada por Andy Warhol que en su primera exposición realizada en 1962 en Los Ángeles, había exhibido las 32 serigrafías de las latas de sopas Campbell, cada una representando un sabor diferente. Entre la controversia que despertó su obra, era aún una estrella en ascenso Warhol cuando recibe una carta de parte de una de las autoridades de la firma y un regalo.
1493. Luego de casi 10 meses sin noticias, los reyes católicos reciben una carta de Cristóbal Colón, a quien habían financiado para buscar nuevas rutas y tesoros para la corona. En ella describe con especial detalle lo que, probablemente, más interés causaba en sus majestades: cómo eran los habitantes, la fauna y lo que la tierra ahí daba.
Elvis Presley estaba enfocado en aumentar su colección de insignias policiales de diferentes organismos norteamericanos. Le faltaba una que quería conseguir a toda cosa, la de la Oficina de narcóticos y Drogas peligrosas. En su mejor intento, le escribe una carta al presidente Richard Nixon.
La de ellos fue una historia donde se confundieron el talento con el amor y la locura con el arte.
Al autor de “La Metamorfósis”, lo buscó aun cuando ella estaba casada y sabía que él tenía en casa a Dora. Empezaron a escribirse. Se cuentan sus miserias y algunos meses después, ya está el amor.
Tuvieron un primer encuentro cordial y divertido, lejos de la expectativa de lo que la atracción inicial era para los cánones románticos. Fanny era inteligente y amante de la moda, disfrutaba de la compañía del poeta cuando estaba de buen humor, pero eso no era siempre.
Se conocieron mucho antes, en una fiesta en 1936 en que él, a sus 24, hacía gala ya de su descontrolada ingesta de alcohol. Hizo lo de siempre, se acercó a una muchacha desconocida y le habló sucio al oído. Lee pudo haberlo abofeteado y él estaba acostumbrado, pero no lo hizo.
Es probable que la esclava favorita de Jefferson, Sally Hemmings, fuera hermanstra de su mujer, es decir, hija de su suegro. Por su sangre mestiza, justamente, la muchacha era muy blanca de piel, de rasgos sumamente caucásicos y los testimonios de la época la describen innegablemente hermosa.
Las mujeres recién habían sido admitidas en la universidad de Cambridge cuando desde Estados Unidos llega una rubia, alta, guapa y brillante, era Sylvia Plath. Había leído los poemas de Ted Hughes en la revista estudiantil, que además dirigía, cuando se encontraron en un baile.
