¿Por qué se rechazó la prisión preventiva para el tío de Tomás Bravo?
La jueza sostuvo que “si bien el imputado es la última persona con la que estuvo el menor en vida, tampoco existen elementos incriminatorios o evidencias (…) que lo puedan vincular con la comisión del delito de homicidio”.
El 17 de febrero se reportó desaparecido en el sector de Caripilún a Tomás Bravo, un menor de tres años. Tras nueve días de búsqueda se encontró su cuerpo a dos kilómetros del predio. El único imputado hasta el momento es su tío, Jorge Eduardo Escobar, a quien formalizaron este martes.
La jueza del Juzgado de Garantía de Arauco, Perla Roa, rechazó la solicitud de prisión preventiva y aseguró que “no es posible acreditar la acción homicida en la forma que formalizó el Ministerio Público”. Además, agrego que “no existe y no se han acreditado por parte de los solicitantes de la prisión preventiva los presupuestos materiales del delito”.
“Si bien el imputado es la última persona con la que estuvo el menor en vida, tampoco existen elementos incriminatorios o evidencias que hayan sido recogidas o encontradas en las vestimentas del imputado o al interior del registro de su vehículo o de su domicilio que lo puedan vincular con la comisión del delito de homicidio”, concluyó la jueza.
Se fijó un plazo para la investigación de seis meses. Por ahora, el imputado tendrá que estar detenido hasta el jueves, hasta que la Corte de Apelaciones de Concepción resuelva el recurso. Por otro lado, el fiscal José Ortiz apelará a la resolución que a su juicio “causa agravio al Ministerio Público”.
¿Qué pasó en la audiencia?
En la audiencia el fiscal Ortiz relató los hechos ocurridos ese miércoles, en donde el niño junto a Escobar fue, supuestamente, a acarrear vacas en bosques entre las comunas de Lebu y Arauco, en la Provincia de Arauco, Región del Bíobío.
“El imputado lo trasladó a un sitio aproximadamente a dos kilómetros de la casa familiar y aprovechando la ausencia de personas (…) ejerce sobre el niño maniobras de introducción de algún elemento de carácter contundente, elástico, no determinado en su boca, generándole una asfixia que posteriormente le genera la muerte”, relató el fiscal.
Además, leyó varias declaraciones de la investigación, una de ellas la madre del menor, Estefanía Gutiérrez:
“Hablé con mi tata y le pregunté qué pasó, diciéndome él ‘hija, mi guachito se me perdió, se me arrancaron las vacas, yo le dije hijo quédate aquí y cuando volví ya no estaba y empecé a buscarlo. Fui al camino para ver si había agarrado el camino, pero no lo encontré y llamé a la Pacita’, así le dice a mi hermana María Paz. Me dio un beso en la frente y un abrazo, mientras se puso a llorar”.
“Creo que mi tío es una buena persona, nunca le ha faltado el respeto a nadie, ni a mí, ni a mi hermana u otras mujeres o niños, siendo siempre una figura paterna para mí y Tomacito” declaró la madre de la víctima.
Según un informe de la Policía de Investigaciones (PDI), citado por el fiscal, el imputado presentó “ausencia en el sentimiento de culpa, disfunción en la esfera de la sexualidad y límites familiares rígidos; inconsistencia en los tiempos de la salida del domicilio, las actividades que señala haber realizado y el horario en que comunica la pérdida del niño”.
En esa misma línea la madre afirmó: “Ellos dicen que están trabajando y yo espero que sea así, que no estén solamente yéndose a un punto, porque mientras están culpando a mi tío solamente puede haber otra persona que se esté riendo y puede ser un peligro”.