Este martes, el Trigésimo Cuarto Juzgado del Crimen de Santiago decretó el sobreseimiento total y definitivo del exsacerdote jesuita Felipe Berríos del Solar en una causa por abuso sexual, debido a la prescripción de la acción penal.
Según lo establecido en el fallo, dictado por el juez (I) Edgardo Gutiérrez Basualto, el análisis de los antecedentes y pruebas permitió constatar la ocurrencia de un acto de abuso sexual contra una menor de edad de 15 años en ese momento.
“El hecho descrito, constituye un acto de evidente vulneración sexual, afectando directamente el bien jurídico protegido, apareciendo dicho relato como coincidente, en lo fundamental, con las demás pruebas de cargo incorporadas al proceso, que recaen sobre el contexto en que se ejecutó aquel evento abusivo y la develación de los hechos”, señaló el fallo.
En la instancia, el tribunal consideró múltiples factores para acreditar el relato, como la persistencia de la denuncia, la reacción de la víctima, el contexto del hecho y la posición de poder del imputado como exsacerdote.
Sin embargo, debido a la antigüedad del delito, ocurrido el 17 de agosto de 2000, durante un retiro espiritual en el Santuario de Schoenstatt, el tribunal aplicó la prescripción conforme al artículo 93 N°6 del Código Penal, extinguiendo así la responsabilidad penal del exjesuita.
Así, se decretó el sobreseimiento de la causa conforme al artículo 408 N°5 del Código de Procedimiento Penal.
Otro caso sin repercusión
Este no es el primer caso judicial contra Berríos que concluye sin sanciones, ya que en junio de 2023, el tribunal cerró otra investigación en su contra al decidir sobreseerlo por inexistencia de delito, pese a que la Fundación para la Confianza la había impulsado.
Además, en mayo de 2024, Felipe Berríos fue expulsado de la Compañía de Jesús tras una investigación canónica que concluyó con la confirmación de hechos verosímiles de índole sexual, denunciados por siete mujeres que tenían entre 14 y 23 años al momento de los presuntos abusos.
Frente a esto, la orden religiosa le prohibió mantener contacto pastoral con menores de edad por al menos diez años.
Pese a la acreditación judicial del hecho de 2000, Berríos ha negado todas las acusaciones.