El Ministerio de Hacienda informó este miércoles que proyecta cerrar el 2025 con un déficit fiscal de 1,8% del PIB, superando la meta oficial de -1,6% fijada hace solo tres meses. Se trataría del segundo incumplimiento consecutivo de una meta autoimpuesta.
Durante la presentación del Informe de Finanzas Públicas (IFP) ante el Senado, el ministro Mario Marcel explicó que se trata de “una diferencia subsanable con pequeños ajustes” y reafirmó que “la meta es -1,6% para 2025, y -1,1 para 2026, lo que para nosotros son compromisos”.
Sin embargo, los expertos cuestionan la credibilidad de la política fiscal. Juan Ortiz, del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), advierte que “el incumplimiento en 2024 se dio sin mediar una crisis externa o interna. Ahora para 2025 se incumple la misma meta impuesta por el Ejecutivo en el decreto de política fiscal”. Para Macarena García, economista de LyD, “se sigue socavando la institucionalidad fiscal al no responsabilizarse la propia autoridad”.
Cristina Torres, exdirectora de Presupuestos, señala que “es fundamental recomponer la credibilidad de la regla fiscal” y alerta que el déficit incluye medidas correctivas que no han logrado materializarse. Felipe Alarcón, economista de Euroamérica, añade: “Esto se ha venido transformando en la norma y no en la excepción, lo que le resta credibilidad a la política fiscal”.
El escenario para 2026 también se estrecha: según el IFP, el próximo gobierno deberá recortar cerca de US$1.792 millones para cumplir con la meta proyectada. “En la práctica la nueva administración no tendría espacio para implementar políticas, esto debido a que el gasto comprometido, es mayor al gasto compatible con la meta”, resume Ortiz.