Estados Unidos y la Unión Europea firmaron un nuevo acuerdo comercial que establece un arancel base del 15% para los productos europeos exportados a territorio estadounidense. A cambio, el bloque europeo se comprometió a invertir US$600.000 millones en EE.UU. y a comprar energía por US$750.000 millones.
El presidente Donald Trump anunció el pacto desde su resort en Escocia. “Es el mayor acuerdo comercial jamás firmado”, declaró, acompañado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien dijo que el objetivo era reequilibrar la relación sin frenar el comercio.
Se evitó una guerra comercial
Con este acuerdo, ambas potencias evitaron una guerra económica que habría elevado los precios y frenado el crecimiento global. Trump había amenazado con imponer aranceles de hasta 30% a los productos europeos a partir del 1 de agosto.
El nuevo marco impositivo, aunque inferior a esa amenaza, aumenta considerablemente los costos de exportación para los países de la UE, que antes enfrentaban aranceles promedio de apenas 1,2%.
Reacciones divididas en Europa
En Francia, la oposición calificó el pacto como una “capitulación”. La ultraderechista Marine Le Pen dijo que la Comisión Europea aceptó “cláusulas asimétricas”, mientras Jean-Luc Mélenchon afirmó que “todo se le ha cedido a Trump”.
A pesar de las críticas, los mercados reaccionaron con calma. El Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq subieron tras el anuncio.
¿Qué incluye el acuerdo?
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Arancel del 15% para la mayoría de productos europeos (incluidos autos).
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Excepciones para productos farmacéuticos, algunos componentes electrónicos, agrícolas y aeronáuticos.
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US$750.000 millones en compras de energía europea a EE.UU.
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US$600.000 millones en inversiones europeas en territorio estadounidense.
Lo que viene ahora
Aunque el acuerdo calmó las tensiones, los detalles técnicos aún deben definirse. Expertos advierten que los nuevos costos afectarán a los consumidores y que el desequilibrio del acuerdo podría traer nuevos conflictos en el futuro.