Ola de calor extrema en Europa obliga a millones a encerrarse en sus casas

Ola de calor

Ola de calor

La ola de calor, con temperaturas sobre los 40°C paraliza ciudades en España, Portugal, Italia y Francia, multiplica los incendios forestales y agrava una sequía histórica en Reino Unido.

La ola de calor que golpea a Europa mantiene bajo alerta a gran parte del continente. España registró este domingo en Badajoz 43,3°C, la máxima del país, donde un hombre murió a causa del calor extremo. “Lo llevo mal, salgo muy temprano en bicicleta y antes de las 12.00 ya estoy en casa encerrado hasta el día siguiente”, relató Juan Pablo Rumbo, vecino de la ciudad, quien lamenta que “nos robaron el verano, quiero que llegue octubre”.

Las autoridades advierten que el fenómeno, alimentado por el cambio climático, podría prolongarse hasta el 18 de agosto. “Gracias al cambio climático, ahora vivimos en un mundo significativamente más cálido, y esa realidad está aumentando tanto la frecuencia como la intensidad de las olas de calor”, explicó Akshays Deoras, meteorólogo de la Universidad de Reading.

En España, la ola coincide con decenas de incendios forestales, entre ellos el que afectó a Tres Cantos (Madrid), donde murió una persona, y el que arrasó parte de Las Médulas, Patrimonio Mundial. “Estamos en riesgo extremo de incendios forestales. Mucha precaución”, advirtió el presidente Pedro Sánchez.

La canícula también castiga a Portugal, Italia y Francia. En Italia, once ciudades están en alerta roja con máximas de 38°C, mientras que en Portugal las temperaturas podrían llegar a 44°C. En el Reino Unido, la escasez de agua alcanzó una “importancia nacional” tras los seis primeros meses más secos en 50 años.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños menores de 5 años soportarán el 88% de la carga de enfermedades vinculadas al cambio climático. “El calor se ceba con los barrios pobres, no es lo mismo 37 grados en una casa con piscina que en un piso sin ventanas”, advirtió Julio Díaz, del Instituto de Salud Carlos III.