Se inaugura el Teatro Municipal de Santiago

Aquel día, Santiago amaneció vestido de gala. Era 17 de septiembre de 1859, y la ciudad se preparaba para recibir un acontecimiento que marcaría su vida cultural para siempre: la inauguración del Teatro Municipal. Entre balcones engalanados, damas con abanicos y caballeros de esmoquin, las calles del centro se llenaron de carruajes que avanzaban hacia la elegante fachada neoclásica diseñada por el arquitecto francés Claude François Brunet de Baines, y completada tras su muerte por su compatriota Lucien Hénault.