Estatuas de bronce en perfecto estado y miles de monedas de oro, plata y bronce, fueron encontradas en Italia, algo que ha sido calificado como uno de los hallazgos más significativos de la historia antigua.
Esto se llevó a cabo en medio de una excavación en las antiguas termas de San Casciano dei Bagni, en la provincia de Siena, al centro de Italia.
“Un descubrimiento que reescribirá la historia y en el que ya están trabajando más de 60 expertos de todo el mundo”, declaró Jacopo Tabolli, a cargo de la excavación, quien explicó que se trata del mayor depósito de estatuas de bronce de la época etrusca y romana jamás descubierto en Italia, además de uno de las más importantes de todo el Mediterráneo.
Según los expertos, este nuevo descubrimiento “es el hallazgo más importante desde que se rescataron del mar los Bronces de Riace, los bronces más significativos jamás encontrados en la historia del Mediterráneo antiguo”, complementó el director general de Museos de Italia, Massimo Osanna, en un comunicado.
Las estatuas recuperadas desde el barro representaban las deidades veneradas en el lugar sagrado y junto a ellas se han recuperado también algunas partes de cuerpo en bronce que se ofrecían a los dioses para la intervención curativa de la divinidad a través de las aguas termales.
Por otro lado, los investigadores apuntan que el gran estado de conservación de las estatuas en el interior de las aguas termales también ha permitido conservar inscripciones en etrusco y latín que fueron grabadas antes de su creación.
“El santuario, con sus estatuas, aparece como un laboratorio de investigación sobre la diversidad cultural en la antigüedad, un testimonio único de la movilidad etrusca y romana”, añadió Tabolli, según apuntó RTVE, donde afirma que este descubrimiento “es una oportunidad única para reescribir la historia del ‘arte antiguo y con ella la historia del paso entre etruscos y romanos en la Toscana”.
El santuario permaneció activo hasta el siglo V d. C. cuando, en época cristiana, fue cerrado pero no destruido.
Los estanques estaban sellados con pesadas columnas de piedra, por lo que, habiendo quitado esa cubierta, los arqueólogos se encontraron frente a un tesoro que aún estaba intacto.
