Cuatro meses y algunos días, dos proyectos distintos, una serie de indicaciones y múltiples negociaciones, acusaciones cruzadas, reuniones de última hora y finalmente un acuerdo que deja a todos relativamente satisfechos y sintiéndose ganadores. Así puede resumirse el cómo está zanjándose la reforma tributaria, que en su versión 2.0 presentada en agosto y remozada en varias oportunidades, logró ver la luz.
Para ello, el gobierno flexibilizó el diseño del impuesto a las personas y global complementario, hizo un nuevo ofrecimiento en el descuento tributario por pago de colegiatura, más la creación de un Fondo de Educación por US$4.000 millones.
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