Gobierno de Mursi enfrenta nuevas protestas

La oposición se planta ante Mursi y su desafío de mantener el referéndum constitucional del próximo 15 de diciembre. Nuevas marchas se dirigen hacia el palacio presidencial en protesta por la nueva declaración constitucional anunciada el sábado por la noche, que anula el blindaje judicial del presidente pero preserva ‘las consecuencias’ del decretazo, como la… View Article

La oposición se planta ante Mursi y su desafío de mantener el referéndum constitucional del próximo 15 de diciembre. Nuevas marchas se dirigen hacia el palacio presidencial en protesta por la nueva declaración constitucional anunciada el sábado por la noche, que anula el blindaje judicial del presidente pero preserva ‘las consecuencias’ del decretazo, como la Carta Magna aprobada por la mayoría islamista y la destitución del fiscal general.

“Hemos roto la barrera del miedo. Vamos a derribar hoy, mejor que mañana, la Constitución que socava nuestros derechos y libertades… Nuestra fuerza está en nuestra voluntad”, ha declarado en Twitter el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, que coordina el opositor Frente de Salvación Nacional. “Nuestra lucha por una nueva Constitución no es acerca de quién está en el poder sino sobre la esencia del Estado y los derechos y valores universales mirando hacia delante, no hacia atrás”, ha agregado el veterano diplomático.

Los partidos liberales e izquierdistas que integran el Frente ya han anunciado su posición oficial tras una reunión en la que han examinado la anulación de la declaración constitucional del pasado 22 de noviembre y la promulgación de un nuevo decreto. En un comunicado han manifestado su rechazo al plebiscito y llaman a manifestarse este martes en señal de protesta. La coalición islamista no ha tardado en responder: también se manifestarán el martes en apoyo a Mursi.

Entretanto, cinco manifestaciones parten este domingo de diferentes distritos de El Cairo con dirección al palacio presidencial de Ittihadiya en el barrio de Heliópolis, donde el Ejército ha levantado un muro de hormigón para evitar que la multitud vuelva a acceder al perímetro que rodea el complejo. El pasado miércoles los choques entre partidarios y detractores del presidente dejaron siete muertos y más de 600 heridos que han profundizado más si cabe el tajo que separa a islamistas y laicos.