Investigadores de la NASA advierten inestabilidad del hielo en la Antártica y los riesgos que significa para el planeta

Se trata de un derretimiento acelerado de hielo que está cerca de llegar a un punto irreversible.

Un estudio publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS) advierte sobre un aumento en la inestabilidad del hielo en Antártica y los efectos negativos que traería para el futuro.

La investigación, que estuvo a cargo de científicos de la NASA, se refiere en particular a la inestabilidad del glaciar Thwaites en la zona occidental del continente. Y es tan importante porque actualmente representa la mayor amenaza para el aumento del nivel del mar.

Según detalla el informe, el glaciar está próximo a llegar a un estado donde sería prácticamente imposible detener su avance hacia el océano. Lo que producirá que se derrita más rápido y que aumente aproximadamente 50 cm. el nivel del mar.

Según la estimación de Alex Robel, líder del estudio, de cumplirse las proyecciones el glaciar podría pasar a estado líquido en los próximos 150 años, incluso si fuésemos capaces de contrarrestar el calentamiento global.

Los resultados del estudio generan preocupación, ya que durante los últimos años se ha demostrado que la Antártica está perdiendo hielo aceleradamente. Una investigación arrojó que en cuatro años la Antártica perdió la misma cantidad de hielo que el Ártico en 34 años. Otro estudio calculó que, entre 1992 y 2017, las zonas más afectadas por el derretimiento redujeron el grosor del hielo en 100 metros. Y también se ha estimado que si se derrite completamente la capa de hielo de la Antártica Occidental, se generaría un aumento de cinco metros en el nivel del mar, lo que dejaría bajo el agua a distintas ciudades costeras alrededor del planeta.

Al mismo tiempo, según publican en Ladera Sur, los deshielos están poniendo en riesgo a la población de krill, y por ende amenazando el alimento de mamíferos y aves en la Antártica, como ballenas y pingüinos. “Esto porque las algas y plancton de las que el krill se alimenta, crecen en los hielos, los mismos que hoy están desapareciendo”, sentencian.