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24 Abril

Bloomberg destaca la candidatura de Boric: “Joven busca enterrar el ‘milagro neoliberal’ en Chile”

“Mucho de lo que propone Boric no es completamente diferente al enfoque de muchas socialdemocracias europeas o incluso de lo que defienden los demócratas en Estados Unidos”, apunta el medio norteamericano.

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7 Octubre, 2021

Gabriel Boric fue destacado por la prensa internacional, y es que el medio de economía y finanzas Bloomberg le dedicó un extenso artículo donde abarcó su candidatura a la presidencia y los desafíos que tendrá si llega a La Moneda.

El artículo titulado como Left-Wing Rage Threatens a Wall Street Haven in Latin America (y en español como “Joven candidato busca enterrar el ‘milagro’ neoliberal en Chile”) hizo un análisis de la economía local de las últimas décadas.

En esa misma área sostiene que Chile ha sido el ejemplo del libre mercado y cómo este puede sacar a la gente de la pobreza, “si gana, tendrá que resolver el enigma de luchar contra la desigualdad sin acabar con el “milagro” chileno”.

¿Qué dice el artículo?

A sus 35 años, Boric lidera la carrera por la presidencia de Chile. Su ascenso, parte de un giro más amplio hacia la izquierda en América Latina, está sacudiendo a las empresas internacionales y firmas de inversión, que durante mucho tiempo han favorecido a Chile como, quizás, la economía en desarrollo más promercado del mundo.

Uno de los votantes que acudió en masa a ver a Boric ese día se quejó de las largas listas de espera y la mala atención en los hospitales públicos. Boric miró hacia abajo, ordenó sus pensamientos y luego los soltó, como el vapor de una tetera. “Esto tiene que llenarnos de rabia”, dijo, apretando un puño. “Y transformar esa rabia en acción”.

La rabia ayuda a explicar por qué Boric se encuentra constantemente cerca o en el primer lugar de las encuestas entre los siete candidatos que compiten por la presidencia de Chile. Es rabia por la desigualdad, como se evidencia en la hoz y el martillo de las banderas del Partido Comunista que ondean cerca en apoyo a su conglomerado, el Frente Amplio. Como sugiere el nombre, la rabia también se deriva de algo más grande, un cambio generacional cada vez mayor en las actitudes sociales sobre género y sexualidad, junto con nuevas miradas económicas sobre la riqueza y los impuestos.

El clima favorable a los negocios de Chile se remonta a la década de 1970, cuando el dictador Augusto Pinochet redujo las barreras comerciales y recortó la regulación para estimular la inversión extranjera. A medida que Chile se volcó hacia la democracia después de 1990, los tribunales documentaron los hechos de tortura, las ejecuciones extrajudiciales y otros abusos a los derechos humanos perpetrados bajo el régimen del general Pinochet. Sin embargo, su enfoque económico sobrevivió a líderes y partidos de todas las tendencias políticas.

A fines de 2019, estallaron protestas masivas debido a un pequeño aumento en los precios del transporte público. Los manifestantes destrozaron importantes estaciones de metro y exigieron cambios en las prioridades nacionales, incluido el trato a los grupos indígenas, la distribución del agua y la administración de los fondos de pensiones.

Luego, la pandemia de Covid-19 expuso e intensificó aún más la desigualdad social. En mayo, el país votó por los representantes que reescribirán su Constitución, un vestigio de la dictadura de Pinochet. Los elegidos para la tarea se inclinan en gran medida hacia la izquierda.

La coalición de Boric está denunciando la desigualdad económica y promoviendo demandas de género, las industrias verdes, los derechos de las minorías y la creación de un Estado con foco en el gasto social donde las fuerzas del mercado ya no sean veneradas. Como ha dicho Boric en más de una ocasión, “si Chile fue la cuna del neoliberalismo, también será su tumba”.

Mucho de lo que propone Boric no es completamente diferente al enfoque de muchas socialdemocracias europeas o incluso de lo que defienden los demócratas en Estados Unidos. Dice que redistribuirá la riqueza para luchar contra la pobreza y potenciará los derechos de los trabajadores, como exigir semanas laborales más cortas y promover la negociación colectiva.

“Necesitamos un modelo de desarrollo distinto”, dijo Boric durante una entrevista de 45 minutos a través de Zoom realizada en agosto, “donde la forma de crear riqueza no sea solo en función de actividades extractivistas, donde el proceso de distribución de la riqueza no sea principalmente en base a la teoría fracasada del chorreo, en donde tengamos una desconcentración”.

Boric vive en un departamento en Santiago, rodeado de estanterías y libros gastados al estilo de los estudiantes universitarios. Esos volúmenes, especialmente las obras sobre ciencia política y literatura, dejaron una huella en un político que se describe a sí mismo como “parte de una tradición de la izquierda latinoamericana”.

“Quienes estén dispuestos a perseguir un modelo de desarrollo ambientalmente sustentable, con buenas prácticas laborales, y que genere transferencia de tecnología y una distribución más justa de la riqueza serán más que bienvenidos”, afirma.

Boric reconoce la preocupación de los líderes empresariales de que su victoria pueda dañar la inversión en Chile, perjudicando la economía. “Por supuesto que me preocupa”, dice. “Pero creo que todo el mundo entiende, incluso los inversionistas que, si tienes una sociedad fragmentada, no hay posibilidades de tener inversiones de largo plazo. Se pierde la fe pública y terminas matando a la gallina de los huevos de oro”.

Si gana, tendrá que resolver el enigma de luchar contra la desigualdad sin acabar con el “milagro” chileno.

Puedes leerlo completo en La Tercera.

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