Fallece hombre del “brazo de oro” reconocido por salvar a millones de niños

James Harrison realizó durante más de seis décadas, donaciones de sangre que permitieron desarrollar una vacuna contra la enfermedad hemolítica del recién nacido (EHRN), salvando la vida de millones de guaguas en todo el mundo.
El australiano James Harrison, conocido mundialmente como el “hombre con el brazo de oro”, falleció a los 88 años, dejando un legado de esperanza para millones de niños.
Esto porque durante más de 60 años, donó su sangre con un componente único que permitió desarrollar vacunas contra la enfermedad hemolítica del recién nacido (EHRN), salvando a más de 2 millones de niños.
Motivación
Desde que cumplió la mayoría de edad y hasta los 81 años, Harrison realizó más de 1.170 donaciones de plasma, contribuyendo a la producción de la vacuna anti-D, fundamental en la prevención de este trastorno sanguíneo.
Su compromiso con la donación surgió a los 14 años, cuando, tras una cirugía de pulmón, recibió múltiples transfusiones de sangre. A pesar de su aversión a las agujas, tomó la decisión de convertirse en donante una vez alcanzara la edad requerida.
Impacto en la medicina
Los médicos descubrieron que su sangre contenía el anticuerpo anti-D, capaz de proteger a los fetos de la EHRN, una enfermedad en la que los anticuerpos de la madre atacan los glóbulos rojos del niño, pudiendo causar complicaciones graves e incluso la muerte. Gracias a su inquebrantable dedicación, desde 1967 se han distribuido más de tres millones de dosis de este tratamiento en Australia.
Estaba muy orgulloso de haber salvado tantas vidas sin ningún costo ni dolor, recordó su hija, Tracey Mellowhip, quien, al igual que dos de sus bisnietos, recibió la vacuna anti-D. “Le hacía feliz saber que había muchas familias como la nuestra que habían sobrevivido gracias a su generosidad”, añadió.
Galardonado
La Cruz Roja Australiana, institución con la que Harrison colaboró durante toda su vida, lo recordó como un hombre generoso y comprometido. En reconocimiento a su labor, fue distinguido con la Medalla de la Orden de Australia por su contribución al Servicio de Sangre de la Cruz Roja y al programa anti-D.
“El fin de una era”
Harrison realizó su última donación en 2018 a la edad de 81 años. En ese momento, expresó su pesar por dejar de contribuir a una causa que consideraba su misión de vida. “Es el fin de una era”, afirmó entonces.
El “hombre con el brazo de oro” falleció el 17 de febrero de forma natural en un centro para ancianos al norte de Sídney, dejando una huella imborrable en la historia de la medicina y en millones de familias que hoy celebran la vida gracias a su altruismo.
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