Los fantasmas del Everest: el calentamiento global revela cuerpos de alpinistas desaparecidos

El aumento de la temperatura en el Himalaya ha provocado que emerjan cadáveres congelados desde hace décadas. Las autoridades ahora enfrentan el desafío de rescatar cuerpos y limpiar toneladas de basura acumulada.
El Monte Everest, la cumbre más alta del planeta, vive una transformación silenciosa. A medida que el hielo desaparece por el calentamiento global, comienzan a aparecer los cuerpos de alpinistas que murieron intentando alcanzar la cima. Durante años, estos restos estuvieron ocultos bajo metros de nieve.
Hoy, sus mochilas, ropas y cuerpos congelados están a la vista. Muchos murieron sin poder cumplir su sueño. La montaña, conocida como Sagarmatha en Nepal, se convierte en testigo de la crisis ambiental que afecta incluso los lugares más remotos del mundo.
Cuerpos como señales del camino
Algunos cadáveres se han vuelto puntos de referencia para quienes intentan escalar. El más conocido es “Botas Verdes”, un alpinista muerto en 1996. Su cuerpo, recostado en una cueva de piedra, indica la mitad del recorrido por la ruta noreste.
Otros cuerpos tienen nombres como “El Saludador” o “La Bella Durmiente”. Todos recuerdan que llegar a la cima puede costar la vida. Uno de los casos más polémicos es el de David Sharp. Murió en 2006 tras ser visto por varios grupos que decidieron seguir subiendo en vez de ayudarlo. Este episodio abrió un debate ético dentro del alpinismo.
Cifras alarmantes
Se estima que más de 280 personas han muerto en el Everest desde las primeras expediciones. Solo en 2023 hubo entre 17 y 18 fallecimientos. En 2024 murieron nueve personas, y en los primeros meses de 2025 ya van al menos cuatro.
Las causas más comunes incluyen:
Avalanchas
Mal de altura
Caídas
Hipotermia
Agotamiento extremo
A más de 8.000 metros de altitud, el cuerpo humano comienza a deteriorarse rápidamente. Esta zona es conocida como “la zona de la muerte”.
Rescate costoso y peligroso
Recuperar un cadáver en esas condiciones puede costar entre 40.000 y 80.000 dólares. Se necesita oxígeno, personal especializado y, en algunos casos, helicópteros. Algunos cuerpos están demasiado integrados al hielo o al terreno, lo que impide moverlos.
El Ejército de Nepal ha liderado varias operaciones para rescatar cuerpos y limpiar el área. El comandante Aditya Karki informó que ya se han retirado cinco cuerpos y 11 toneladas de basura. Estos operativos requieren una logística compleja y condiciones extremas. “Vomité agua agria muchas veces”, contó el sherpa Tshiring Jangbu Sherpa a un medio británico.
La otra huella: basura acumulada
Además de cuerpos, el deshielo deja ver una gran cantidad de basura: cilindros de oxígeno, sogas rotas, plásticos y tiendas de campaña abandonadas. Un guía local comparó la situación con “una fiesta que nunca terminó”.
Nuevas reglas a partir de septiembre de 2025
Para enfrentar la crisis, Nepal implementará nuevas normas:
Haber escalado antes una montaña de más de 6.500 metros
Aumento del permiso de 11.000 a 15.000 dólares
Seguro obligatorio para rescates y recuperación de cuerpos
Uso de tecnología de rastreo
Prohibición de escalar en solitario
Nuevas reglas para gestionar residuos humanos
Estas medidas buscan mejorar la seguridad y proteger el medio ambiente. La montaña más alta del mundo ya no solo es símbolo de grandeza, también de responsabilidad compartida.
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