Luego del éxito de Pet Sounds en 1966, Brian Wilson –el cerebro compositor de los Beach Boys- comenzó a trabajar en Smile, un disco que estaba previsto para enero de 1967 y que debía convertirse en la obra definitiva de su grupo. Pero su creador se negó a terminarlo y las cintas fueron archivadas dando paso a uno de los grandes mitos de la historia del rock.
