De John Cage a Merce: La intensa declaración de amor
“El sábado por la noche encloquecí. No porque resuelvo mis problemas antes de que ocurran sino porque me dí cuenta que te habías ido”, señala el genial compositor.
“El sábado por la noche encloquecí. No porque resuelvo mis problemas antes de que ocurran sino porque me dí cuenta que te habías ido”, señala el genial compositor.
“Vive, mi adorado Samner, vive cada onza de amor que todavía te queda por entregar. No cuestiones y no dudes de esa hambre que seguirá jineteando tu tibio y aporreado corazón”, dijo la mujer en su último mensaje.
“Ponte en mi lugar, estoy haciendo una película que debiera haber sido hecha por un solo tipo, yo lo sé, toda mi compañía lo sabe. La única instrucción del director ha sido ‘sólo trata de ser y actuar como Gary Cooper lo haría'”.
En 1961 el gran escritor estadounidense y sobreviviente de 3 grandes guerras, escribió al hijo enfermo de un amigo suyo. Días más tarde terminó con su vida tras años sumido en crisis depresivas.
“Hay algo muy especial sobre los libros que es cómo se siente cuando están entre tus manos, o cómo se ven sobre la mesita junto a tu cama, o acurrucados entre otros en un estante”, cuenta la primatóloga en el libro “A Velocity of Being: Letters to a Young Reader”.
“¿Qué habrías hecho tú la noche del triunfo de Allende? Estoy seguro que lo mismo que hicimos todos: llorar, saltar, cantar, gritar, correr, jugar a la ronda de alegría que nunca antes en Santiago había visto”, escribe el cantautor chileno a Ortiz, con quien sostuvo un año de amistad epistolar hasta grabar juntos el disco “Los Folkloristas”.
El filósofo existencialista aconseja a su amada a buscar una amiga para que lo reemplace a él en ese rol, que ahora deja para ser su amante.
El director de películas con personajes excéntricos como “Charlie y la fábrica de chocolate” quiso saber la opinión del gran estudio de animación sobre su libro “El gigante Zlig” antes de trabajar para ellos. Y obtuvo una sorprendente respuesta.
“Sin su enseñanza ni ejemplo nada de esto hubiera sucedido”, le dice Camus a su profesor.
Jacob le escribe a Wilhelm en el día de su muerte: “Qué terrible desamparo siento, mi corazón está destrozado, el señor decidió llevarte con él y no sé qué voy a hacer ahora”.