Duna
/Sonidos de tu Mundo
Rodrigo Guendelman conversó con Yolanda Muñoz, arquitecta, candidata a doctora en Arquitectura e Historia del Arte y coeditora del libro “Emilio Jéquier, la construcción de un patrimonio”, quien se refirió a este texto sobre el reconocido arquitecto, donde abarca parte de su trabajo e historia.
La experta destacó los capítulos de Claudio Rolle y de Amarí Peliowski, los que ayudan a configurar una mirada más completa.
Rodrigo Guendelman conversó con la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei y el director de Barrio y Patrimonio del mismo municipio, Nicolás Cañas, quienes comentaron sobre los nuevos aires que se le están dando al Centro Cultural Montecarmelo, el destino de los cafés literarios afectados en el estallido social y algunos otros proyectos que se vienen para la comuna.
“Empezamos a ver que hacía falta un espacio que fuera un hito dentro de la ciudad y de acceso al Barrio Bellavista, que tiene una vocación cultural y artística de oficio”, comentaron desde el municipio.
Si bien la mayoría de los panoramas son virtuales, hay inscritos 64 presenciales que se realizarán en diferentes regiones del país.
Rodrigo Guendelman conversó sobre Patrimonio con Francisca Pulido, directora de Posgrado y Educación Continua y Felipe Assadi, decano de la Facultad de Arquitectura, ambos de la Universidad Finis Terrae. En el segundo bloque René Muga, vicepresidente de Asuntos Corporativos, Permisos y Medio Ambiente de Anglo American, comentó sobre la puesta en marcha de la primera flota de buses eléctricos en esa empresa.
“Se mezcla con la ciudad, por lo que no puede ser es unidisciplinar”, fue parte de lo que comentó el arquitecto.
Rodrigo Guendelman recordó la conversación con Carlos Maillet, director del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, con quien habló sobre el fallecimiento del padre Guarda.
También se refirió respecto al incendio de iglesias el año pasado y la opinión que habría dado el monje: “Creo que él habría dicho que los edificios se reconstruyen, pero lo que es más difícil es la comunidad que se destruye”.
La ley protege el cacareo del gallo, el canto de los grillos, el sonido de las campanas de iglesias y el olor de los establos.
