¿Cómo volver al trabajo después de las vacaciones y no morir en el intento?

Mujeres trabajando en la oficina de una productora en Madrid.

Es común que al volver de vacaciones sea difícil tomar el ritmo del trabajo, más aún cuando debes cubrir las tareas de tus compañeros que están fuera. Expertos sugieren hacerlo de manera gradual y organizada.

Muchos en este momento están sufriendo del llamado “Síndrome Postvacacional”, que consiste que en la baja de rendimiento y energía al volver de un período de vacaciones o festividades. Esto, incluso se puede traducir en la aparición de diferentes síntomas como fatiga, falta de sueño, dolores musculares, falta de apetito o de concentración.

Según la Universidad de Navarra en España: “Esta falta de tolerancia al trabajo viene caracterizada como una sensación de desidia y hastío. En otras ocasiones, puede aparecer una sensación de angustia vital que puede llevar a un bloqueo en el cual la persona que lo presenta es incapaz de tomar cualquier decisión”.

Según la misma casa de estudios, una de las principales recomendaciones es la vuelta progresiva a las labores diarias, además de organizar según prioridades las tareas. “En primer lugar, ordenar la mesa de trabajo evitando los montones caóticos. Se debe hacer un esfuerzo en intentar organizar la agenda, estableciéndose un plan de lucha real que intente afrontar las tareas pendientes con un orden de prioridades”, aconsejan.

Por otro lado, se establece que esta situación no suele extenderse más de dos o o tres semanas.

Infografía de UP Spain, plataforma de servicios de pago en utilidad social y local

 

Consejos

“Lo ideal es bajar la expectativas en torno a las vacaciones, y que cumplan efectivamente la función de descanso y distensión. Así la adaptación posterior al trabajo es más fácil”, dijo La Tercera Luis Pino, director de la carrera de Psicología de Universidad de Las Américas.

En caso de que al volver a trabajar se encuentra más trabajo del habitual, conviene hablar con el empleador para disminuir esa carga laboral según las propias capacidades y tiempo. Además, se destaca la importancia de recibir por escrito toda la información detallada de parte del colega que será reemplazado, indicando tareas, plazos de ejecución, dónde encontrar la información y contactos.

“Conviene agrupar en un mismo horario tareas similares propias y del reemplazado, para así respetar el orden y los plazos requeridos. “Si no puedo realizar una acción, hay que pedir ayuda a la jefatura, pero no dejar sin resolver ni gestionar” dijo al citado medio  Lissette Domínguez, psicóloga laboral y directora de Atracción de Talentos de SOS Group.

Además, se sugiere adaptar los horarios a los habituales de forma progresiva. “Podemos ir adelantando poco a poco la hora de acostarnos y levantarnos una semana antes del regreso al trabajo, para que después la incorporación laboral no nos cueste tanto”, dice Clínica San José de Arica.

Por último, se rescata la posibilidad de tomar esto como un desafío para mostrar las habilidades y herramientas a la jefatura en caso de tener que reemplazar a un superior y así aumentar la probabilidades de una futura promoción laboral.