Revelan lobby y coimas por $141 mil millones en contratos de la empresa Isolux-Corsán en Chile

Los correos del director de la empresa española en América Latina, revelan irregularidades en las licitaciones del Puente Bicentenario (Concepción), el Estadio de Calama, el Hospital de Pitrufquén y una obra vial en San Antonio.

[Lee el reportaje de Ciper aquí]

El domingo recién pasado la Seremi de Vivienda informó a los vecinos de Aurora de Chile que la conexión del Puente Bicentenario con la Avenida Chacabuco será aplazada hasta tener construidas las viviendas definitivas de las familias que deben ser erradicadas.

La extraña decisión, que fue confirmada a puertas cerradas, confirma que el proyecto vial no será completado en este gobierno.

Un día después, el Centro de Investigación Periodística (Ciper) publica un reportaje que revela las irregularidades detrás de la empresa que se adjudicó esta y otras licitaciones de obras públicas: la española Isolux-Corsán.

Según publica Ciper, cuatro de las siete licitaciones de Isolux-Corsán en Chile fueron caducadas abruptamente por graves irregularidades. Se trata del Puente Bicentenario (Concepción), Estadio de Calama, Hospital de Pitrufquén y una obra vial en San Antonio.

Ciper investigó las malas prácticas de Isolux develando la ruta del lobby que le permitió ganar contratos en Chile por $141 mil millones a pesar de su negro historial en el exterior.

Ciper tuvo acceso a distintos correos triangulados entre altos ejecutivos de la compañía en Chile, Buenos Aires y España, en los que se devela el modus operandi de Isolux-Corsán en la adjudicación y administración de los contratos con distintas reparticiones públicas del país.

De estos, el medio publica un extracto de un mail escrito por Juan Carlos de Goycoechea, presidente de Isolux-Corsán para Latinoamérica con sede en Buenos Aires, y enviado vía correo electrónico a sus superiores en España en agosto de 2013. El mensaje va dirigido al presidente de la compañía, Luis Delso, y a otros altos directivos de la casa matriz en España.

“En los puentes Biobío (Bicentenario) y Maule, se escribió el dictamen que nos dejaba afuera (…) y el lobby me llevo a sentarme con el presidente de la comisión de adjudicación de la obra, con el director de Vialidad y con el ministro de Obras Públicas y por ello se salvó el contrato. Igual el caso del Estadio de Calama que estamos fuera por el presupuesto oficial y lo dimos vuelta en otras reuniones mantenidas en este caso por Mario (NdR: Mario Maxit, director Comercial de Isolux para Latinoamérica) en Chile y el tema del Hospital de Pitrufquén que nos pudimos presentar sin siquiera tener la visita oficial de obra que la conseguimos después para presentarnos. Por ello y disculpa mi insistencia es que para mí la clave del negocio es la información y manejar en cada caso el lobby adecuado”.

Según fuente no reveladas por Ciper, Isolux-Corsán contrató a operadores en Chile que le abrieron las puertas con distintas autoridades de alto nivel para el cierre de los siete contratos. El modo de pago fue a través de la entrega de facturas de distintas empresas constructoras y de asesoría cuyos trabajos nunca se realizaron.

Son cerca de US$800 mil ($480 millones) los que Corsán Corviam Construcción habría presuntamente desviado para esos fines a través de pagos a un puñado de empresas.

Entre las facturas a las que accedió el reportaje, aparecen las siguientes empresas contratistas en construcción y asesorías: Constructora Santa Sofía de Los Ángeles y Asesorías Praxis, Sierra Leona Construcciones.

Solo le quedan en desarrollo los contratos por el Puente Maule ($13 mil millones, la obra fue recepcionada por el Ministerio de Obras Públicas el 2 de abril pasado y se encuentra en etapa de revisión), la Línea 3 del Metro de Santiago ($52 mil millones) y el Edificio Docente-EDOC de la Universidad de Santiago ($10 mil millones).Pero este último tiene su propio historial de irregularidades que investigó CIPER y actualmente pende de un hilo.

Lee el reportaje completo aquí.

 

FOTO: Agencia Uno