Paula Díaz: La joven de 19 años que ruega por la eutanasia

Tiene una enfermedad que hasta el día de hoy no tiene diagnóstico. La joven le escribió una carta a la presidenta Michelle Bachelet pidiendo morir para poder “descansar” del sufrimiento que padece.

Paula Díaz es una joven de 19 años oriunda de Temuco que desde finales de 2013 padece una extraña y no diagnosticada condición que la ha llevado a pedir la eutanasia a la propia presidenta Michelle Bachellet.

Según cuenta la familia, por más de cuatro años y, en forma creciente, Paula ha presentado movimientos involuntarios, pérdida de conciencia, parálisis de sus extremidades y, sobre todo, un dolor que la joven califica de insoportable.

A través de la campaña “Justicia para Paula”, creada por la familia en redes sociales con el fin de sensibilizar y pedir la eutanasia para la joven. Los padres suben videos mostrando su difícil situación.

“No tengo descanso, es algo tan terrible que no pueda descansar. Ni de día ni de noche (…) Ya no soporto mi cuerpo, no soporto no poder apoyarlo. Mi cuerpo está desgarrado. Ninguna parte puedo apoyar sin que me duela o no se rompa. Cómo no pueden entender que ya no puedo más”, dice Paula en su mensaje a la mandataria.

La campaña se ha viralizado llegando a más de un millón de personas con opiniones divididas, poniendo nuevamente en la palestra el tema de la eutanasia y suicidio asistido en el país.

Donde comenzó todo

Vanessa Díaz, la hermana de Paula, explicó a BBC Mundo que todo comenzó a finales de 2013, cuando la joven fue hospitalizada por síntomas que los médicos asociaron con una tos convulsiva.

La madre y la hermana de la joven tienen una teoría sobre las posibles causas de la extraña condición.

“Nosotros como familia lo tendemos a relacionar con que Paula en 2013, un poco antes de caer hospitalizada, recibió una vacuna trivírica que cubre tres tipos de enfermedades (difteria, tétanos y tos convulsiva) y mi hermana cayó precisamente hospitalizada primero por una supuesta tos convulsiva”, argumentó Vanessa.

Agregando que ellas, y “algunos médicos que no lo escribieron, pero lo dijeron”, consideran que un virus de la vacuna se alojó en la médula de Paula y le provocó la actual condición.

El doctor Miguel Kottow, jefe de la Unidad de Bioética de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile asegura que no hay antecedentes de algo similar en el país, pero considera que se trata de una acusación delicada: “Es un tema de por sí muy grave, ya que cualquier decisión que se tome en este caso pone en tela de juicio el tema de la inmunología obligatoria”, explicó al medio.

Según la hermana, después de la vacuna y la hospitalización, la situación de Paula empeoró.

“A partir de entonces, comenzó a presentar una serie de síntomas que no se asociaban con la tos. Vivió hospitalizaciones, estuvo en muchas clínicas internada y comenzó a perder movilidad en las piernas, los brazos, se le agarrotaron las piernas, las manos, la sensibilidad en algunas partes y en otras siente muchísimo dolor“, explicó.

Desde entonces, según Vanessa, Paula ha sido atendida por decenas de especialistas sin que hayan encontrado una causa para lo que asegura sentir. La familia considera que Paula ha sido víctima de una mala atención médica.

“Lo que exigimos es justicia para mi hermana porque sabemos que ha habido negligencias de por medio, exigimos que se abra una investigación para saber qué fue lo que sucedió con ella que era una niña completamente sana y que ahora se encuentra en un estado deplorable en el que pide morir. Queremos saber qué fue lo que causó que ella tenga este daño cerebral”, pidió.

 

Sin pruebas ni diagnóstico

Lo cierto es que la familia no ha mostrado hasta la fecha la prueba del dictamen médico que atribuye el daño neurológico degenerativo que argumentan y la clínica donde aparentemente se le diagnosticó tiene prohibido, por cuestiones de privacidad, revelar detalles de las enfermedades de los pacientes.

Es por esto que el doctor Kottow señaló que la información en torno a la enfermedad es muyvaga y precaria“.

“Hasta ahora, lo que tenemos es lo que dice la familia. Pero lo que están diciendo, no lo están demostrando. No sabemos en realidad qué pasó en estos servicios médicos, si hubo negligencia o no, si hubo desacuerdos de la familia con el tratamiento, si hubo este diagnóstico o a qué conclusiones llegaron los especialistas. Son factores que hay que tener en cuenta antes de argumentar si la atención médica funcionó o no”, explicó a BBC.

La hermana de Paula contó que “en su tercera hospitalización, en la Clínica Bicentenario, le hicieron una serie de exámenes y a la conclusión que llegaron era que no había ningún daño neurológico y nos informaron que mi hermana lo que tenía era un síndrome conversivo y que ella se estaba causando a su mismo cuerpo esos síntomas”.

El síndrome o trastorno de conversión es una extraña condición psiquiátrica que genera una sintomatología que se asemeja a las de una dolencia neurológica, aunque no procede de ninguna enfermedad física conocida. El problema de esta condición es que en la mayoría de los casos ni el paciente ni los familiares reconocen la enfermedad, por lo que generan contradicción, rechazo, aislamiento y, en algunos casos, complicaciones como postración y contracturas.

Sin nuevos estudios desde 2015

Tras el diagnóstico de síndrome conversivo, el hospital le ofreció trasladar a la joven a una clínica psiquiatrica para su tratamiento, sin embargo la familia se negó al no estar de acuerdo con el dictamen.

Desde ese espisodio ocurrido en 2015, la familia ha rechazado someter a Paula a nuevos estudios médicos y decidió apoyarla en su solicitud de eutanasia.

“Nosotros conocemos a mi hermana, era una niña saludable y no tenía ningún problema, nosotros sabemos que no es un problema psiquiátrico“, afirmó Vanessa.

Agregando que “estamos respetando la voluntad de Paula y no queremos seguirla obligando a pasar por hospitalizaciones, porque como ella fue una paciente supuestamente psiquiátrica, en muchos momentos se le cuestionó lo que tenía, se le trató como loca o fuera de sus cabales y ella no quiere volver a pasar por lo mismo”.