El retroceso económico de China tras el inicio del coronavirus

Coronavirus
La economía en el gigante asiático ha sufrido grandes retrocesos por el covid-19 el cual ha causado la muerte de 17.241 personas y más de 395.647 contagiados.

Tras luchar contra el coronavirus, China ha comenzado a sentir el retroceso de su economía después de casi medio siglo debido a la enfermedad. Esto podría ser un indicio de los cambios que ocurrirán en el resto del mundo tras esta pandemia, la cual ha enfermado a más de 395.647 personas y causado la muerte de 17.241. 

Después de más de un mes en cuarentena por la lucha contra el covid-19, el cual causó el fallecimiento de 3.200 individuos en el país, el gigante asiático comienza a recuperar su vitalidad, preparándose contra otro gran impacto: la economía.

Para este primer trimestre del año, se espera que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) tenga un retroceso histórico. Desde 1976 que China no tenía un impacto tan grande. En ese año la Revolución Cultural y la muerte del máximo dirigente de la República Popular desde que se fundó en 1949, Mao Zedong. A lo que se sumó la muerte del primer ministro, Zhou Enlai, y la de 250 mil personas por el terremoto que afectó a Tangshan.

En aquellos tiempos hubo una contracción de un 1,6%. China era la octava economía mundial, con un PIB de un 30% superior al de España. Actualmente se encuentran cerca del primer puesto con un PIB diez veces mayor.

Los expertos aseguraron que los primeros tres meses de este año tendrán una recesión desde el -4.2% de Standard Chartered Bank hasta el -9%, en el que concuerdan Goldman Sachs y Nomura.

“Una cifra negativa trasmitirá el mensaje de que el Gobierno ha hecho un esfuerzo y está ganando la batalla: es una estrategia de comunicación”, comentó el economista jefe para Asia de Netixis, Alicia García-Herrero.

Cifras históricas

El coronavirus ya se puede comenzar a medir en números. La producción industrial sufrió una caída de un 13,5%, las ventas al por menor un 20,5%, la inversión en activos fijos perdió un 24,5%.  Estos resultados fueron mucho peor de lo que se esperaba.

El jueves pasado fue el primer día desde que empezó la pandemia en el cual no se registraron nuevos contagios domésticos. Frente a esto, el gobierno chino espera continuar con los dos propósitos que tenían para este año.

La primera era acabar con la extrema pobreza en el país y doblar el tamaño de su economía respecto a 2010. El diario oficial, China Daily, publicó un artículo en el cual explicaban que el segundo objetivo que se habían propuesto podría materializarse “alrededor de 2021”.

Esto significa que el gobierno tendrá que asumir los riesgos para nivelar un nuevo balance económico tras el covid-19. El primer ministro chino, Li Keqiang, manifestó en una sesión del Consejo de Estado realizado la semana pasada, que “no es de gran importancia que el crecimiento económico sea un poco más alto o un poco más bajo mientras el mercado laboral permanezca estable”.

El empleo

“La tasa de desempleo es importante para cualquier país”, expresó el profesor de Economía y decano adjunto de la escuela de negocios CEIBS, Zhu Tian.

“Hay una marcada correlación entre el empleo y el PIB. El Gobierno persigue que las empresas mantengan los salarios e incluso contraten nuevos trabajadores. Esto, por supuesto, pondrá presión sobre sus beneficios, pero el mensaje central es que todos estamos en el mismo barco”.

El discurso del primer ministro, declara la importancia del empleo en dos dimensiones diferentes. La primera como palanca para reactivar el trabajo productivo. Los resultados de actividad compartidos por la consultora Trivium, estiman que la economía de China ya se encuentra funcionando a un 70% de su capacidad. Este número ha progresado en las últimas semanas, sin embargo las pymes siguen siendo débiles.

“La Gran Depresión es el modelo más próximo a lo que sucederá en los próximos meses, más que la crisis financiera de 2008”, comentó García-Herrero. “La clave reside en que se trata de un shock simétrico que afecta a todo el mundo a la vez. Estamos pensando en términos de ciclo cuando no hay tal cosa: el mundo se ha parado. No es una recesión, es una depresión. ¿Cómo no van a subir los precios [y bajar el consumo] cuando la actividad pierde un 20%? China no se puede aislar, especialmente sin tener una moneda reserva”.

“El Gobierno procura, casi a costa de todo, que el desempleo no aumente” aseguró García Herrero.