Cajas lentas para conversar: La medida que se toma en supermercados de Holanda para combatir la soledad

La medida está destinada a personas que prefieren conversar a hacer la compra con prisas. La cadena neerlandesa puso en marcha esta innovadora iniciativa en 200 de sus locales.

Hoy en día el tiempo es uno de los bienes más valiosos, y, paradójicamente, pocos son los que cuentan con él. Pareciera que los días ya no tienen 24 horas y que el reloj cada vez avanza más rápido. Y por otro lado, cada vez nos sentimos más solos.

En Países Bajos juntaron la necesidad de apaciguar un poco el día a día con la imperativa misión de ahuyentar la soledad que algunas personas puedan sentir.

El supermercado neerlandés Jumbo ha decidido adoptar una medida destinada a aquellos que quieran darse un respiro mientras hacen la compra. Después de una inicial introducción exitosa en 2019, Jumbo ha anunciado la llegada de doscientas ‘Kletskassas’ (cajas lentas) más para este año.

“Si podemos jugar incluso un pequeño papel en la lucha contra la soledad, eso es genial. Esto es lo que queremos ser en Jumbo: ver realmente al cliente, tocar el corazón, ver la alegría en la cara”, asegura la directora general de la empresa, Colette Cloosterman-van Eerd.

Aunque realmente la iniciativa comenzó en 2019, no sería hasta 2021 cuando se extendería por buena parte de los supermercados de la firma, adscritos al programa “Eén Tegen Eenzaamheid” (Uno contra la soledad), un programa donde ciudadanos, empresas y otras organizaciones se proponen ayudar a la población mayor, potenciado desde la administración pública neerlandesa, pues en el país hay más de 1,3 millones de personas mayores de 75 años, de las cuales más de la mitad reconocen sentirse solas a menudo.

En este caso, lo que desde Jumbo hacen es apostar por cajas lentas, disponibles para el público que las quiera utilizar, donde el comprador puede conversar con el cajero, pues están enfocadas a combatir parte de la soledad de los mayores. De esta manera, se recupera parte del trato cordial, amable y cercano que se ha ido perdiendo con los años en los supermercados y, en cierto modo, se hace cierta compañía a las personas que así lo requieran.

La directora de la empresa, Cloosterman-van Eerd, añade:

“Debido a todos los medios digitales y las prisas cada vez más grandes, se nota que la necesidad de calor humano es cada vez mayor. Realmente es un pequeño esfuerzo ayudar a llenar la bolsa en las cajas y tener una agradable conversación al mismo tiempo. Demuestras que todos importan”.