Las bacterias presentes en el sushi

Sushi
En especial, los niños, ancianos y personas con sistemas inmunológicos débiles deben tener precaución a la hora de consumir sushi debido a las bacterias que se encuentran en el sushi.

Desde hace un tiempo, el sushi se ha transformado en una de las preparaciones preferidas por los chilenos y chilenas.

Y aunque algunas alternativas de estos alimentos son bastante sanos, hay algunos riesgos que se corren al comer sushi, aunque en realidad, por lo general, es seguro ingerirlos.

En especial, los niños, ancianos y personas con sistemas inmunológicos débiles deben tener precaución a la hora de consumir sushi debido a las bacterias que se encuentran en el sushi, también en los alimentos marinos ahumados en frío y el sashimi, comentó el científico de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, Hyejeong Lee.

En este sentido, el experto elaboró una tesis doctoral en la que estudió las bacterias aeromonas presentes en alimentos pesqueros que no son sometidos a procesamiento extenso, ni otros métodos antibacterianos, descubriendo que en estas preparaciones estos elementos se hacen más presentes.

“El objetivo era obtener más conocimientos sobre Aeromonas en este tipo de productos del mar, tanto sobre el papel de la bacteria en el deterioro del producto como en la causa de enfermedades. Además, queríamos ver si los mariscos crudos pueden propagar bacterias resistentes a los antibióticos”, agregó Lee.

Los riesgos del sushi

Durante la investigación, el doctor analizó los productos pesqueros que encontró en el mercado. “Los resultados muestran que el procesamiento suave que reciben estos productos pesqueros no garantiza que se inhiba el crecimiento de la bacteria aeromonas“, contó Lee.

En concreto, el proceso de preparación del sushi, sashimi y el pescado ahumado en frío no logra prevenir la presencia de bacterias.

Aunque informó que el riesgo de enfermarse por esta bacteria es muy mínima en personas sanas, advirtió que la mayoría de estas variantes de aeromonas son posiblemente patógenas y, a menudo, existen varios factores de riesgo diferentes asociados con ellas, agregando que la industria alimentaria necesita prestar más atención a estas bacterias.

Por otro lado, uno de los mayores riesgos de estas bacterias son que pueden intercambiar material genético con otras de su especia “Algunas cepas de aeromonas también pueden transmitir la resistencia a los antibióticos de un tipo de bacteria a otro. Comer mariscos infectados por bacterias resistentes es una forma probable en que estas bacterias pueden propagarse desde los animales y ambientes marinos a los humanos”, añadió Lee.

En este sentido, el investigador insistió en que se deben tomar políticas públicas que vayan en la dirección de prevenir este tipo de bacterias y que muchas veces son ignoradas por las autoridades.

“Para combatir la propagación de bacterias resistentes a los antibióticos, es importante que adoptemos un enfoque amplio que analice la salud humana y animal, la producción de alimentos y el medio ambiente en conjunto para lograr una mejor salud pública”, concluyó.