Han pasado exactamente tres años del día en que los ciudadanos chilenos rechazaron la propuesta de nueva Constitución redactada por la Convención Constitucional.
El plebiscito del 4 de septiembre del 2022 fue el término de un proceso iniciado tras el estallido social de 2019, que buscaba reemplazar la Constitución de 1980, heredada del régimen militar de Augusto Pinochet, y responder a demandas sociales de educación, salud y derechos fundamentales.
Además, proponía cambios significativos como declarar a Chile un Estado “plurinacional”, garantizar derechos sociales a través de un Estado “social y democrático de derecho” y reconocer autonomías regionales indígenas.
¿Cuáles fueron los resultados de ese día?
La votación mostró un resultado que superó las expectativas de las encuestas y evidenció un cambio radical respecto al plebiscito de 2020, en donde un 78,27% de las preferencias fue para la opción Apruebo y solo un 21,73% para la opción Rechazo.
El 2022 el Rechazo superó la mayoría. Un 62% de los votos se pronunciaron en contra y un 32% a favor del documento.
El triunfo del Rechazo se registró en las 16 regiones del país, con solo ocho comunas a favor del texto, y puso de relieve la complejidad de sintonizar los cambios constitucionales con las demandas ciudadanas y la opinión pública.
Cómo impactó a Boric el rechazo
En cuanto a la gestión presidencial, al asumir como Presidente en marzo de 2022 con apenas 36 años, Gabriel Boric se comprometió a “apoyar decididamente” el trabajo de la Convención Constituyente, elegida con paridad de género, escaños indígenas, mayoría independiente y varios activistas de izquierda.
No obstante, a pesar del respaldo presidencial y del compromiso del oficialismo de “mejorar” el texto si era aprobado, la balanza se inclinó hacia el rechazo.
Como resultado, para Boric la derrota constituyó un revés político significativo.
Por otro lado, analistas destacan que el plebiscito reflejó tanto un juicio sobre la propuesta como sobre la gestión inicial de su gobierno; de hecho, el apoyo ciudadano al cambio constitucional cayó de manera paralela al índice de aprobación presidencial.