China concentra hoy más robots en sus fábricas que el resto del mundo combinado. Según la Federación Internacional de Robótica, ya funcionan más de dos millones de unidades en el país, una cifra récord que confirma su dominio en la automatización industrial.
En 2024, las fábricas chinas incorporaron cerca de 300.000 nuevos robots, muy por encima de los 34.000 instalados en Estados Unidos y los 44.000 en Japón. El dato refleja cómo el país ha acelerado la modernización de su industria y se ha convertido también en un fabricante líder: el 60% de los robots instalados el año pasado se produjeron localmente.
Este avance no es casualidad. En 2015, Pekín lanzó el plan Made in China 2025, con fuertes inversiones y subsidios para impulsar la robótica, la inteligencia artificial y otras tecnologías estratégicas. “Esto no es una coincidencia. Ha tomado muchos años de inversión por parte de las compañías chinas”, señaló Lian Jye Su, analista jefe de Omdia.
El resultado es una transformación profunda: China fabrica ya un tercio de los robots industriales del mundo y casi un tercio de todos los bienes manufacturados. Para Susanne Bieller, secretaria general de la federación, “sin una estrategia, un país siempre está en desventaja”.