¿Quién es Jill Biden? La nueva primera dama de Estados Unidos

Con un fuerte enfoque en su propia educación y en educar a los demás, la nueva representante del gobierno norteamericano ha tenido destacas participaciones en la historia del país.

Con la victoria de Joe Biden en las presidenciales de Estados Unidos llevó a Jill Biden a tomar el puesto de primera dama, rol que hasta hace poco cumplía Melania Trump.

Nacida como Jill Tracy Jacobs en Hammonton, Nueva Jersey en 1951 es una profesora de inglés que trabaja en un colegio comunitario en Virginia.

Desde 2009 hasta 2017 se desempeñó como segunda dama, ya que en ese entonces su esposo Joe era vicepresidente del país, acompañando a Barack Obama. Aún así, ella no dejó su trabajo, siendo la primera segunda dama con un trabajo remunerado.

GETTY IMAGES 2011.

Jill & Joe

Ambos son los segundos esposos de cada uno, Joe perdió a su primera esposa (y a una de sus hijas) en un accidente de tránsito en 1971, mientras que Jill se separó de su esposo en 1976. En 1977 se casaron.

La decisión no fue fácil para Jill, Joe le propuso matrimonio cinco veces antes de aceptar. A ella le producía miedo convertirse en madre de dos niños (los otros hijos de Joe), en ese entonces ella tenía 26 años.

Para Jill los estudios siempre han sido primordiales, de hecho en 1975 Jill se graduó en la Universidad de Delaware, en 1981 realizó un Máster de Educación en la Universidad West Chester de Pensilvania, en 1987 recibió su segundo título de posgrado en Inglés de la Universidad de Villanova; y en 2007 (a los 56 años y cuando ya era segunda dama), recibió su doctorado con una tesis sobre cómo disminuir el abandono escolar y retener a los estudiantes en las aulas.

En su trabajo se ha enfocado en colegios educativos de formación profesional, una alternativa para quienes no pueden pagar la educación universitaria.

A los 15 años buscó su primer trabajo para generar una independencia económica: “Quería mi propio dinero, mi propia identidad, mi propia carrera”, sostuvo en The New York Times en 2008.

También ha sido defensora del movimiento #MeToo, los que además le trajo problemas cuando Joe Biden fue acusado de tocamientos, besos o abrazos inapropiados por ocho mujeres.