El flechazo de Frida y Chavela Vargas
1907- No fue la brutalidad de Diego, ni la espesura de Trotsky, ni menos la juventud y la llama de Chavela Vargas. En la voz, Bárbara Espejo.
Duna
/Sonidos de tu Mundo
1907- No fue la brutalidad de Diego, ni la espesura de Trotsky, ni menos la juventud y la llama de Chavela Vargas. En la voz, Bárbara Espejo.
1933 – Casi con la dedicación que le escribían a sus maridos, Frida Kahlo y Georgia O’Keeffe fueron capaces de cartas iluminadas como esta en que la madre del autorretrato latinoamericano le escribe a la artista de las flores y el desierto norteamericano, luego de que ha sufrido una crisis nerviosa y los doctores le han recomendado dejar de pintar. La Kahlo, que de sufrir sabía, le dice… Un espacio de Bárbara Espejo.
1953 – Frida Kahlo se ha casado, divorciado y vuelto a casar con Diego Rivera, aunque el amor y la relación que tienen es platónica y distante. Pero la artista mexicana, sin embargo, a pesar de los romances suyos y los de él, lo ama de alguna manera aún y, poco antes de morir, cuando está en el hospital esperando una cirugía en la que le amputarían una pierna, le escribe. En la voz, Bárbara Espejo.
Paula Frederick y Polo Ramírez comentaron las tendencias del día y junto a Los Infiltrados Claudio Vergara y Alejandro Alaluf comentaron sobre la destrucción de una obra de Frida Kahlo para convertirla en NTF y sobre el concierto de Daddy Yankee en el Estadio Nacional.
1929 – El año en que comienza la gran depresión tras el Jueves Negro, comienza también el tormento de la vida oficialmente unida de Diego Rivera y Frida Kahlo. En algún momento ella fantaseó con la idea de que podría domar sus pasiones y mostrarle las bondades de la fidelidad, pero no. Diego había sido señalado por su doctor de cabecera con “incapacidad para la monogamia”, y aunque Frida intenta no parecer afectada, sufre. No pueden estar juntos, pero tampoco separados. Abren la relación. Diego entra y sale de su vida. Frida Kahlo termina de romperse y entra en una oscurísima depresión. En medio del pantano, le escribe. En la voz, Bárbara Espejo.
1938- Leon Trotsky tenía sus años, era conocido por correcto y por su eterna relación con Natalia. Se sabía que las mujeres se le ofrecían en bandeja y él amablemente las rechazaba. Otra cosa fue con la Kahlo. Surrealistamente, a sus 27, pareció perder los estribos por las sabias barbas de Trotsky, aunque algunos sospechan que también fuera para vengar las infidelidades de Diego, que metió a su héroe político, en su cama. Cuando el artista se enteró del romance, expulsó a Trotsky de la casa azul y no tuvo más opción que despedirse de Frida con esta carta. En la voz, Bárbara Espejo.
“Frida es de los pocos artistas que ha traspasado esa frontera de ser un artista a un ícono, desde el punto de vista feminista y de reivindicaciones políticas, pero también de superación personal”.
1953- A esas alturas Frida Kahlo se ha casado, divorciado y vuelto a casar con Diego Rivera, aunque el amor y la relación que tienen es platónica y distante. Pero la artista mexicana, sin embargo, a pesar de los romances suyos y los de él, lo ama de alguna manera aún y, poco antes de morir, cuando está en el hospital esperando una cirugía en la que le amputarían una pierna.
Stalin preparó el crimen que fue llevado a cabo por Ramón Mercader, quien al salir de la cárcel en 1960 volvió a la URSS y se le nombró Héroe de la Unión Soviética.
La artista mexicana Frida Kahlo tenía 18 años cuando un espantoso accidente le partió la columna en tres, la pierna derecha en 11, quedó con una clavícula fracturada y la pelvis destruida. Ese fue su primer accidente. El segundo sería Diego. Diego Rivera, el gran muralista azteca.